124 millones
Avanza el fútbol y caen antiguas realidades. “El Barça no es un club vendedor”, se dijo durante décadas. Ahora esa afirmación ya no vale, enterrada bajo una fiebre presupuestaria alcista que aspira sin manías a rebasar los mil millones de euros anuales. La principal coartada de semejante huida hacia delante es que los clubs con los que compite la entidad blaugrana (los de siempre más el City y el PSG) obligan a exprimir todos los departamentos en busca de dinero. Patrocinios, marketing, explotación de palcos vip y, gran novedad, venta de futbolistas. Es tal la aceptación de esa nueva manera de manejarse que en el presupuesto de esta temporada la cifra de traspasos para cuadrar las cuentas está fijada. Y es sorprendentemente alta: 124 millones de euros.
El partido de anoche en Milán fue en ese sentido un oportuno escaparate. La junta directiva del Barcelona piensa en empezar a hacer caja el mes que viene aprovechando el mercado de invierno y los jugadores susceptibles de entrar en alguna operación fueron mostrados por Valverde en un escenario potente. Mientras Rakitic trata de entender qué caray pinta, si mucho o poco (ahora parece que mucho, pero vaya usted a saber), no fue mala la exposición de Arturo Vidal precisamente en el campo del equipo que suspira por él. Más inquietante fue el partido de Todibo. Se desenvolvió tan bien el francés, rápido en la anticipación, desacomplejado ante un hiperactivo Lautaro y elegante y valiente en la salida del balón, que uno no sabe si alegrarse por el aumento de su cotización o preguntarse qué hace este central sin disponer de más oportunidades. El mismo interrogante sirve para Carles Aleñá, escondido durante meses como si su zurda y su cabeza hubiesen sufrido un percance que su partido de ayer desmintió categóricamente.
El Barça fue a Milán con poco que perder y regresa con un botín imprevisto. Expulsó al Inter de la Champions y su plantilla vale más que antes. Es de esperar que Valverde y quienes le ayudan a decidir no se equivoquen a la hora de vender el género.