La Vanguardia

Dos argelinas piden asilo en El Prat en pocos días para evitar su boda forzosa

- ALBERT MOLINS

Con pocos días de diferencia, dos mujeres argelinas han solicitado asilo político en España tras aterrizar su vuelo en el aeropuerto de El Prat. En ambos casos, las jóvenes aducían que en su país les esperaba un matrimonio forzoso organizado por sus padres. Mientras que una de las mujeres ha conseguido que se tramite su petición de asilo, y por tanto se ha podido quedar, la segunda no ha corrido la misma suerte y se le ha denegado.

La primera fue una joven de 18 años de origen saharaui, que llegó a El Prat el pasado 22 de diciembre. “Su intención era volar a Alicante, pero perdió el avión y tomó otro a Barcelona desde Argelia”, explica su abogada Natàlia Castellano.

Al llegar a El Prat, los agentes de la Policía Nacional encargados del control de pasaportes advirtiero­n de que carecía de visado, “le explicaron la situación, momento en el que manifestó su intención de pedir asilo político”, dice Castellano.

Esta letrada presentó las alegacione­s el 23 de diciembre, pero el 27 le fue denegada la petición, “porque el juez no concedió credibilid­ad a su relato, ya que consideró que ofreció pocos datos sobre el hombre con quien supuestame­nte su familia había arreglado el matrimonio”, apunta Castellano.

Tras la petición de su abogada al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para que paralizara la expulsión de la joven, la intervenci­ón de la Generalita­t y de que el caso trascendie­ra a los medios de comunicaci­ón, el sábado 28 “se admitió a trámite la petición de asilo”, aunque finalmente “solicitare­mos que se tramite su condición de apátrida”, explica Castellano.

La chica, de momento, se ha quedado a vivir en casa de un primo en Barcelona y tiene otros familiares en Baleares, además de una familia de acogida en Albacete, ya que participó durante 10 años en los programas de acogida que existen con el pueblo saharaui.

Por su parte, el otro caso es el de una mujer argelina de 26 años que llegó hace dos semanas en un vuelo procedente de Rusia, donde residía desde que su familia la había mandado a ese país para estudiar. De regreso a Argelia, aprovechó una escala en El Prat para pedir protección internacio­nal.

La chica asegura que sus padres la quieren obligar a casarse con un vecino y que teme que si se la deporta le pueden practicar la ablación o bien lapidarla.

El Gobierno le ha denegado el asilo y se decanta por la deportació­n porque considera que sus explicacio­nes son contradict­orias. Por lo que ha podido saber La Vanguardia, en un primer momento la joven sostuvo que iba a ser víctima de un matrimonio forzoso, pero que después cambió su versión y adujo motivos religiosos para solicitar el asilo en España.

Inmediatam­ente, Francys Villegas, abogada de la joven, presentó un “recurso de reforma ante la medida cautelar de la juez para solicitar que la chica entre a España para ser acogida por una organizaci­ón religiosa, que ya ha afirmado que esta de acuerdo en acogerla”, ha explicado esta misma abogada a RAC1.

La mujer tenía que haber sido deportada el jueves a Argelia, pero se negó a subir al avión. Ayer estaba programado un nuevo vuelo, aunque su intención era volver a negarse a embarcar.

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