Hermitage Barcelona ON
En el último Summit de Barcelona Oberta contamos con una mesa de potencialidades formada por ocho expertos en diferentes áreas de actividad económica (congresos, salud, deporte, restauración, shopping, movilidad, tecnología y cultura) que nos aportaron sus visiones sobre cómo potenciar la capitalidad de Barcelona en el mundo. Sorprendentemente o no, el gran común denominador en la exposición de los ponentes coincidió en la falta de comunicación, divulgación y promoción de cada área, tanto para enorgullecer a los residentes como para atraer visitantes. Como consecuencia, pudimos ratificar que Barcelona tiene grandes potencialidades de promoción ocultas.
La cultura, por ejemplo, es un exponente brutal de identidad y atracción. Barcelona dispone de nueve edificios patrimonio histórico de la humanidad, además de los museos dedicados a Picasso, Joan Miró o Antoni Tàpies. Tenemos la mejor colección de arte románico del mundo, exposiciones de arte contemporáneo o el Liceu, considerado uno de los grandes teatros de ópera internacionales. El Hermitage Barcelona, por su vocación de ser un espacio de encuentro para los ciudadanos, es un proyecto contemporáneo que nace con el espíritu de sumarse y adaptarse a nuestra oferta cultural, aportando como valor añadido este componente internacional. Y, sin embargo, es una propuesta arquitectónica del reconocido arquitecto Toyo Ito, establecido en Barcelona, y ganador del premio Pritzker el año 2013.
En este sentido, la iniciativa de la Hermitage proyectada en el puerto podría servir para abrir las fronteras y actuar de plataforma desde donde impulsar la imagen cultural y arquitectónica de Barcelona en el mundo. Además, dar luz verde al proyecto constituiría toda una declaración de intenciones y una señal de liderazgo en este proceso de transformación hacia el diseño de un modelo turístico de valor para nuestra ciudad.
No podemos perder un proyecto que sería un polo de atracción y promoción de un turismo de calidad
La ratio de superficie expositiva, con un 45,51%, es de las más altas de entre los museos de España, cercana a la del Guggenheim de Bilbao (46%) y muy superior a la de los museos de referencia en el ámbito internacional, como el mismo Hermitage de San Petersburgo (28,7%) o el Louvre de París (con un 29,9%).
Barcelona no puede permitirse perder este proyecto que se convertiría en polo de atracción y promoción de un turismo de calidad y, por su diversificación de espacios (cultural, comercial y restauración), podría ser una decisión estratégica del plan económico de ciudad que necesita la ciudad. Un inicio en la creación de una hoja de ruta hacia la construcción de una imagen de Barcelona sin complejos, con visión y proyección internacional.