Las bicicletas son para el metro
Las bicicletas son para el metro en Copenhague. La imagen de un joven asiendo su bici mientras espera ante la puerta del vagón es muy habitual entre los pasajeros del metro de la capital danesa, que tiene convoyes autónomos, sin conductor. Otros prefieren moverse en metro sin tanta atadura y coger la bici de alquiler disponible a las salidas de las estaciones. “La idea es que la bici se use para hacer el primero o el último kilómetro de trayecto”, sugiere Henrik Plougmann Olsen, presidente de la entidad de transporte. Más de 100.000 personas utilizan cada día el metro de la capital danesa, que se estrenó en el 2002 y que el año pasado ha inaugurado su tercera línea, la circular, llamada Cityringen. El metro funciona las 24 horas, con frecuencias de paso cada dos minutos en horas punta, y es un eje fundamental de un concepto de movilidad urbana que tiene por objetivo reducir drásticamente la presencia del coche, aunque sea eléctrico, y que ha visto la construcción de puentes exclusivos para bicis y peatones. De momento, el 49% de los viajes hacia el lugar de trabajo y el 24% de los totales ya se realiza en bicicleta, un porcentaje que las autoridades quieren subir al 75%.