El paisaje y un comino
Ahora, con una cierta distancia, y cuando los ecos de los insultos y las broncas parlamentarias se van perdiendo lentamente en la lejanía, lo que perdura es la idea general de lo ocurrido. Y nadie puede discrepar de que lo más triste es la constatación de que España vuelve a estar dividida en dos partes irreconciliables. Una de ellas, la ganadora por muy poco, representa un paisaje más real, expresa una España mucho más acorde con su verdadera estructura. Una España que acepta la diversidad y aspira al entendimiento con el País Vasco y Catalunya.
El próximo Ejecutivo quiere desencallar de una vez por todas el conflicto catalán. No obstante, las fuerzas en el Parlamento están muy igualadas y la aritmética indica que el PP es indispensable para decisiones importantes. Por tanto, Pedro Sánchez tendría que empezar a gobernar con temas fáciles y dejar los difíciles para más tarde, cuando la histeria, el rencor, la tensión y la crispación hayan perdido fuerza y el comino, una hierba con múltiples propiedades medicinales, vuelva a aparecer, sin excepción, en las cocinas de todos los hogares españoles.
Jordi Querol Piera
Suscriptor Barcelona