La Vanguardia

Lo nuestro se acabó...

- Joaquín Luna

María Teresa Campos se ha quedado sin novio, noticia que lamentamos porque uno es partidario del amor de los demás, pero nos ha dejado un interrogan­te con enjundia –¿es correcto cortar por watsap?– y una frase memorable, de hipotética utilidad para aquellas mujeres cuyas parejas se llamen Raimundo, Segismundo o Facundo:

“Que se acabe Edmundo no significa que se acabe el mundo”.

Edmundo Bigote Arrocet ha dado una espantada –un ghosting, para los modernos– mediante un watsap, avance tecnológic­o que por suerte ha pillado a Curro Romero, el faraón

de Camas, ya retirado. ¿Cómo hay que cortar un amor? ¿Con ayuda o sin ayuda tecnológic­a?

Yo creo que mirando a los ojos aunque siempre se queda mal pero uno es del siglo XX y tiene sus dudas porque las nuevas tecnología­s transmiten los sentimient­os y el personal escribe “te quiero” mil veces por watsap y lo dice poco a la cara.

¿Si nos vale un “te quiero” por watsap por qué nos parece tan inadecuado un “me largo”? Yo supongo que soltamos muchos

te quiero –y alguno que conozco que al destinatar­io equivocado–, mientras que aún nos queda vergüenza torera para considerar que hay que decir adiós de frente.

De frente, vale... ¿pero dónde y cuándo, Segismundo­s, Facundos o Edmundos?

Un clásico entre parejas que no comparten hipotecas ni hijos son las cenas. Afortunada­mente, proliferan los restaurant­es japoneses, muy apropiados para el trance por su brevedad y minimalism­o, salvo la barra del tepanyaki, que anima a hacer picadillo del primer alimento a mano, huevos incluidos.

Uno, por contra, desaconsej­a los restaurant­es con menú degustació­n, que sabemos cómo empiezan pero nunca cómo y cuando acaban.

Además, el camarero interrumpe fijo el llanto o la trifulca:

–Como los señores no están familiariz­ados con nuestra cocina, les voy a explicar les guste o no les guste cómo está elaborado este tataki pinchado en un palo.

Decir adiós siempre es menos duro que te lo digan –las cosas como son–, aunque los hay que no tienen arreglo y aseguran lo contrario. Todo un clásico masculino, a la par del muy femenino “¡le he dejado yo!”.

A la respetada colega Campos, un quite de consuelo: mejor que te dejen por watsap que a cámara lenta. O haciéndote un luz de gas.

Damos por buenos mil te quieros por minuto en wastsap pero no un “me largo”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain