“El psicoanálisis te ayudará”
Gonzalo Elvira rescata en Rociosantacruz los fotomontajes de Grete Stern para un singular consultorio de la revista femenina ‘Idilio’
En 1948 apareció en Buenos Aires la revista Idilio, semanario dirigido a un público juvenil y femenino que, además de fotonovelas, consejos para el hogar y artículos de moda, incorporaba un novedoso consultorio de interpretación de sueños titulado El psicoanálisis te ayudará. “Queremos ayudarla a conocerse a sí misma, a fortalecer su alma, a resolver sus problemas, a responder sus dudas, a vencer sus complejos y a superarse”, firmaba un tal Richard Rest, que animaba a las lectoras a que se confiaran “sin miedo, sin vacilaciones, pues solo encontrarán humana comprensión y leal ayuda”. Pero tanto o más extraordinario que la presencia de un consultorio psicoanalítico en una revista del corazón, era el hecho de que las respuestas del doctor Rest estaban ilustradas con fotomontajes de la fotógrafa alemana Grete Stern, antigua alumna de la escuela de la Bauhaus que había huido a Argentina junto a su marido, el fotógrafo y cineasta Horacio Coppola, escapando del nazismo.
Gonzalo Elvira (Patagonia, 1971), artista argentino afincado en Barcelona que en el 2011 ya realizó un ejercicio crítico de rescate de la memoria femenina de la mítica escuela de artes y arquitectura alemana (Bauhaus, 1919. Modelo para armar), secentra ahoraenla figura de Grete Stern, artista de vanguardia que durante tres años ilustró los sueños (y pesadillas) de las mujeres argentinas con sus irónicos y surrealistas fotomontajes. Elvira, que además es hijo de psicoanalista, recupera aquel magnífico destello de modernidad en los inicios del peronismo en una exposición, Idilio, abierta en la galería Rociosantacruz hasta el 8 de febrero.
“Me veo vestida con mi delantal de trabajo, haciendo equilibrio sobre una chimenea alta y ladeada, siempre al borde de caerme. De repente pierdo un zapato y tras él cae mi plumero dando giros como un trompo. Entonces, insegura, comienzo a tambalearme de un lado a otro, y, de golpe, me despierto. Y ahí estoy, en mi cuchitril de siempre, aterrada, pensando que si cierro los ojos nuevamente tal vez termine estrellada contra el piso. ¿Sería usted tan amable de descifrar qué quiere decir todo esto?”. Firmado: “La Desequilibrada” . Los maravillosos montajes de Stern que acompañaban las respuestas del doctor Rest (nombre tras el que se escondían Gino Germani y Enrique Butelman) contenían potentes críticas al sometimiento y la opresión de la mujer mucho antes de que estallara la primera ola feminista.
Elvira reproduce portadas de la revista Idilio mediante dibujos en tinta china o lápiz que son sumas de puntos o líneas, se apropia de algunos de los Sueños de Stern y los redibuja en piedra o yeso, o los superpone en mapas componen una suerte de atlas personal en la que todo está conectado. Y aún, en un delicioso ejercicio de fantasía que rebosa saber, Elvira reconstruye lo que pudo ser la biblioteca personal del doctor Rest, con reproducciones de libros reales o inventados (gentileza de la editorial Cerilla).