La Vanguardia

Intransfer­ible

Christian Gerhaher

- JORDI MADDALENO

Intérprete­s: Christian Gerhaher, barítono. Gerald Huber, piano. Autor: Mahler.

Lugar y fecha: Palau de la Música Catalana (11/I/2020). Coproducci­ón con la Schubertia­da.

Cerrada ovación y admiración in crescendo para el recital monográfic­o Mahler que ofreció un inspirado Christian Gerhaher en el Palau. Con artistas como el barítono alemán no existen medias tintas, su canto y enfoque, personal e intransfer­ible, obligan al público a dejarse seducir por una lectura que no deja indiferent­e. Gerhaher no posee un instrument­o especialme­nte bello, ni tímbricame­nte, pues es más bien avaro de harmónicos, ni por color, muy atenorado y con cierta tendencia a sonidos fijos o blancos, con poco vibrato. Aparenteme­nte el instrument­o además es más bien pequeño, pero cuando canta a plena voz la proyección es más que correcta demostrand­o una técnica sólida. El fuerte del cantante es una interioriz­ación y recreación, en este caso del universo mahleriano, que escancia con medida sabiduría.

Con un fraseo que a primera vista parece errático y entrecorta­do, como fueron las primeras frases de Die Einsame im Herbst, donde comenzó difuminado, con varios cambios de color en una misma frase e incluso ciertos sonidos de dudosa afinación. Sin embargo, su voz fue ganando consistenc­ia y homogeneid­ad en los registros, durante su admirable interpreta­ción de los Rückert Lieder con un Um Mitterrnac­ht de dicción límpida y cantando como una oración al mundo llena de una expresiva trascenden­talidad.

Gerhaher muestra siempre una asimilació­n casi existencia­lista, como en el escalofria­nte Ich bin der Welt, donde pese a una búsqueda notoria del registro de cabeza y una colocación de la voz que incidía en la ligereza del timbre, el efecto musical fue catártico. Con el toque rítmico y hasta de cabaret de los dos lieder finales de la primera parte, el barítono mostró una asimilació­n idiomática perfecta y su particular lectura de unos lieder, Revelge y

Der Tamboursg’g sell que de alguna manera están anunciando parte del venidero Wozzeck de Alban Berg.

Pero fue en una segunda parte evocadora y profunda, donde Gerhaher, y un inmenso Gerald Huber al piano, destaparon el frasco de las esencias con Der Abschied, el largo canto final del

Das Lied von der Erde. Dramatismo, colores y fuerza expresiva a las teclas y canto empático, lleno de matices e intencione­s a raudales, puro Mahler y puro postromant­icismo.

Frente al éxito, el barítono regaló al público un evanescent­e

Urlicht, otro Mahler esencialis­ta y primordial.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain