CUIXART SALE DE LA CÁRCEL DE PERMISO
El presidente de Òmnium destinará las 48 horas a su familia
El presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, salió ayer de la cárcel de Lledoners con un permiso penitenciario de dos días que disfrutará junto a su familia y sin aparecer en actos públicos. Cuixart ingresó en prisión el 16 de octubre del 2017 y ya ha cumplido una cuarta parte de la condena de nueve años de cárcel. Jordi Sànchez también tiene previsto salir de permiso en unos días.
Jordi Cuixart abandonó ayer la prisión de Lledoners a las 19.30 horas en su primer permiso penitenciario tras 822 días de reclusión. El presidente de Òmnium salió de la cárcel de forma discreta y sólo dedicó una señal de victoria a las cámaras que esperaban en el exterior antes de subir a un coche que lo condujo hasta su domicilio, donde se reunió con su familia. Dispone de un permiso de 48 horas que se extinguirá el sábado por la tarde, cuando deberá volver al centro penitenciario.
El permiso fue aprobado el miércoles por la Generalitat después de que Cuixart hubiera cumplido una cuarta parte de la condena de nueve años que le fue impuesta por el Tribunal Supremo.
Es la primera vez que Cuixart sale de prisión con un permiso ordinario –el año pasado pudo hacerlo unas horas por una operación de oído y el nacimiento de su hijo– desde que la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, decretó su ingreso junto a Jordi Sànchez el 16 de octubre del 2017, semanas después del 1-O y los incidentes en el registro de la Conselleria d’economia. El presidente de Òmnium, pese a que no tiene restricción alguna, no tiene previsto ningún acto público y destinará todo el tiempo del que dispone a su familia y a sus hijos, el segundo de los cuales nació durante su estancia en prisión.
La idea de Cuixart es dejar para futuros permisos una eventual aparición pública. De hecho, Òmnium celebrará su asamblea en junio –aunque no está convocada– y todavía es una incógnita si Cuixart participará en ella. La entidad quiso poner en valor que su presidente ayer salió de permiso ordinario porque es un derecho que tiene como preso, y lo diferencia de un beneficio penitenciario que implicaría tener que reconocer el delito, algo a lo que siempre se ha negado. De hecho, en un comunicado Òmnium insistió en esta idea. Destacó que Cuixart “hace uso de los derechos que le corresponden como preso político y a los que no renunciará” y reiteró que “no se acogerá a ninguna medida concebida como reinserción o que implique el reconocimiento de ningún delito basado en el ejercicio de los derechos fundamentales como avalan diferentes posicionamientos internacionales”.
Por su parte, Jordi Sànchez no tiene previsto ejercer su primer permiso penitenciario hasta la semana que viene, según informan fuentes de su defensa. Tanto Cuixart como Sànchez solicitaron su primer permiso el pasado martes cuando alcanzaron la cuarta parte de la condena y una vez la Generalitat los hubo clasificado en segundo grado penitenciario, el ordinario. Sin embargo, Ciudadanos cuestiona que los dos líderes soberanistas cumplan con los requisitos para acogerse a permisos y anunció ayer que pedirá a la Fiscalía que abra una investigación. La portavoz de Cs en el Parlament, Lorena Roldán, alertó que ni Cuixart ni Sànchez han mostrado el más mínimo arrepentimiento y la concesión de estas salidas vulnera el principio de igualdad con los demás presos.
La consellera de Justícia, Ester Capella, salió al paso de las críticas que ha suscitado la clasificación penitenciaria no sólo por parte de Ciudadanos sino también en algunos sectores del independentismo que renegaron de que no los hubieran dejado en régimen de semilibertad o tercer grado de forma inmediata. “No puedo aceptar ningún ataque contra ningún funcionario de nuestros servicios penitenciarios. Dejemos que hagan su trabajo y tengamos presente que, a veces, el camino recto no es el camino corto”, dijo Capella en la entrega de premios por los servicios excepcionales a la justicia, acto al que asistió toda la cúpula judicial.
A diferencia de la edición del año pasado, en la que se ausentaron, en esta ocasión acudieron al acto el presidente del TSJC, Jesús María Barrientos; el fiscal superior de Catalunya, Francisco Bañeres; el presidente de la Audiencia de Barcelona, Antonio Recio, y la juez decana de Barcelona, Mercè Caso.
La consellera defiende a los funcionarios de prisiones tras las críticas por el segundo grado