Un relato para todos los gustos
Iggy Pop, Massive Attack, Lana del Rey, Bad Bunny y Tyler, The Creator, cabezas de cartel
Convertido en uno de los festivales multiestilísticos más importantes del circuito internacional, el Primavera Sound ha mantenido en vilo al aficionado con su escaleta final de solistas y grupos. Algo ya típico. En su edición que celebra veinte años de existencia, los organizadores han apostado a nivel de programa por parámetros similares a los de la pasada edición, comenzando por la equidad de género encima de los escenarios. Durante los cinco días que durará la convocatoria, del 3 al 7 de junio en los escenarios del Parc del Fòrum, el aficionado podrá ver las actuaciones 211 artistas de 35 nacionalidades diferentes.
La vocación local y que llegue el resto de la ciudad sigue siendo una de las máximas de los organizadores, razón por la que habrá conciertos y actividades en Barcelona durante toda la semana. Además, las jornadas en el Parc del Fòrum se alargarán en esta edición un día incluyendo la del domingo 7 de junio con una fiesta Brunch-on the Beach.
Dados a este tipo de detalles, en esta ocasión el festival ha verbalizado que para ellos no existe la letra pequeña a la hora de confeccionar los carteles. Que los que siguen a las denominadas cabezas de cartel son igual de valiosas cualitativamente que aquéllas. En este elogio de lo que se podría denominar letra pequeña, hay nombres que ascienden inevitablemente de dimensión como Tyler, The Creator, casi un decenio más tarde de su estreno en el festival en el 2011 junto a los ya desaparecidos Odd Future.
Pese a esta apuesta por igualar el meritaje, el Primavera Sound 2020 ofrece un atractivo listado de nombres que ya se han convertido en referencias de los sonidos de estos dos últimos lustros como The Strokes, The National, Lana del Rey, Metronomy, Young Thoug, Floating Points, Caribou, Dj Shadow o los realmente fascinantes King Gizzard & The Lizard Wizard. Eso, claro, sin olvidar una también amplia oferta de leyendas de amplio espectro como Mavis Staples, Iggy Pop, Jeff Mills, Bauhaus, Napalm Death o también Maria del Mar Bonet.
La diversidad estilística, como ha quedado patente a lo largo de toda su singladura, es la principal seña de identidad del PS. Ejemplos de esta con cara y ojos son incontables, pero algunas de las más brillantes son Little Simz, Weyes Blood, Fontaines D.C., Bikini Kill, Chromatics, Kacey Musgraves, King Princess, Bill Callahan, Caribou, Cigarettes After Sex o Brittany Howard. Como se puede comprobar, una diversidad que no entiende de diferencias generacionales (aunque la escena de los noventa viene bien cargada: Pavement, Beck, Massive Attack, Yo La Tengo, The Jesus and Mary Chain o Kim Gordon) ni de capillas cerradas. En este último aspecto también hay que incluir el sostenido protagonismo de las músicas urbanas latinas, que en esta ocasión tiene a Bad Bunny como más popular estandarte entre otros. Y entre los nombres españoles, destaca la presencia de Amaia Romero, Lorena Álvarez, Carolina Durante o los ritmos urbanos personalizados por C. Tangana (cabeza de cartel en esta ocasión), Bad Gyal (el año pasado ya en plan estrella en el Sónar), La Favi, Yung Beef, Paloma Mami o Duki, entre otros.
Con la salida a la luz del cartel de conciertos, el Primavera Sound, que este año contará con una edición en Los Ángeles después de verano, retoma la venta de entradas, que por primera vez había paralizado hasta el citado anuncio. El abono cuesta 195 euros.