Autorretrato emocional de Evru/zush
Tras doce años de silencio, el artista expone en la galería Senda los dibujos que le sirven de terapia
Tras doce años sin exponer en Barcelona y siete sin pintar, tras dejar de “ser” durante un tiempo, Evru/zush regresa. Y lo hace con una exposición de dibujos en la galería Senda de Barcelona titulada precisamente Volver a ser.
“Dormía cuatro horas, era un workaholic [adicto al trabajo] y llegó un momento en que tenía una actitud casi nihilista. He estado en estado crítico, iba con máscara, con morfina. Dejé de pintar y de trabajar y lo único que hacía era nadar, pasear, tomar el sol... hasta que un día compré un cuaderno de papel alargado. Y empecé a dibujar. De esto hace tres años y desde entonces he realizado unos 130 dibujos que son autorretratos emocionales”. Es la confesión de Evru/ Zush ante la exposición de dibujos que el próximo miércoles se abre oficialmente en la galería Senda (67 dibujos de grafito sobre papel de 24,7 x 9,7 cm que se venden a 1.800 euros). Además, ayer, durante la presentación, anunció su intención de acompañar la inauguración con “un acto chamánico”.
El artista reconoce que esta serie de dibujos han sido su particular terapia. “No es algo nuevo, ya en 1968 cuando me pusieron en el manicomio, participé en un taller de arte terapia y en otras ocasiones he trabajado con esquizofrénicos”. Y en un acto de sinceridad reconoce que “quizás en Catalunya soy pionero en arte terapia, como también fui uno de los primeros en utilizar el ordenador, pero se ha hecho en otros muchos lugares”.
Carlos Duran, propietario de la galería, expresa su satisfacción por esta “resurrección” que tendrá continuidad en Arco, donde se mostrarán algunos de estos dibujos, y probablemente a medio plazo en el museo de Eivissa y en otro de Turquía. Además la exposición supone un reencuentro con el personaje de Zush, en quien se convirtió el joven artista Albert Porta en 1968, y que abandonó en el 2001 para convertirse en Evru. “Antes aborrecía a Zush, yo mismo decía que era un ser despreciable, y ahora me he reconciliado”, señala.
En esa nueva etapa, Evru/zush sólo utiliza el lápiz (junto a una goma de borrar y un sacapuntas) y siempre dibuja el mismo tipo de figuras y sobre el mismo tipo de papel. “Los dibujos reflejan mi estado de ánimo, si estoy triste puede aparecer una figura que llora, otras aparecen con cara feliz o enfadada. Dibujo en mi taller de Sarrià, en soledad y en silencio. De momento sigo con esta serie y al fin y al cabo el dibujo es la esencia, el perfume del arte. Ahora mismo no tengo energía
“Dormía 4 horas, era un ‘workaholic’ y acabé casi nihilista; he estado en estado crítico, con máscara, con morfina”
para otra cosa, ni para utilizar el color, pero no sé lo que vendrá”.
Los dibujos surgen espontáneamente, sin una idea previa, de forma casi obsesiva. “Sale lo que sale y a veces me quedo sorprendido”, afirma. De sus manos han surgido unos seres híbridos, con cara humana y cuerpo formado por una red de nervios o venas. En el texto de presentación de Senda se apunta que corresponden “a la estructura iconográfica de las representaciones de las Nagas, deidades hindúes con faz y torso humano, generalmente de mujer, y cuerpo de serpiente”.