Madrid nos mata
Malasaña 32
Dirección: Albert Pintó Intérpretes: Begoña Vargas, Iván Marcos, Bea Segura, Sergio Castellanos Producción: España, 2020. 100 min. Terror
Esta película podría verse como la versión siglo XXI de un clásico del cine español del XX, Surcos, de José Antonio Nieves Conde, aunque pasada por el filtro de las epopeyas de fantasmas de nuestro tiempo de James Wan, Takashi Shimizu, etcétera. Como en aquel drama de 1951, una familia abandona el campo y se instala en Madrid (estamos en 1976, con la movida a punto de despegar), confiando en una vida más próspera y confortable, pero la capital pronto se revelará no el paraíso anhelado sino un infierno peor del que dejaron atrás, y en este caso real; es decir, con demonios.
El egarense Albert Pintó, que codirigió con Caye Casas Matar
a Dios, apuesta en su primer largometraje en solitario por un cine de terror canónico con fondo social, como Paco Plaza en Verónica. Su retrato de época es tan eficaz como la descripción del ambiente en que vivirá la familia su pesadilla, un edificio antiguo con sus escaleras, pasillos o tendedero tan verosímiles como los del primer [REC].
Un filme, en fin, de inquietante atmósfera, aunque de previsible, tópico desarrollo: las apariciones fantasmales, los sustos, las subidas de volumen o esa tendencia de hacer avanzar lentamente a los personajes cuando intuyen una presencia u oyen un ruido extraño, supuestamente para crear suspense, son clichés al uso en los espantables de casas encantadas a los que Pintó, consciente de su impacto en las plateas, no pretende renunciar. El reparto, que funciona sin ninguna nota falsa, cuenta con la aparición especial de una veterana y grandísima dama de nuestro cine. /