Colau logra por primera vez un pacto para sacar adelante el presupuesto
ERC apoya las cuentas de Bcomú y PSC, mientras Jxcat se lo piensa
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, está a punto de conseguir la aprobación por primera vez de un presupuesto municipal, después de alcanzar un pacto con ERC que ayer escenificó con Ernest Maragall. Jxcat podría sumarse, y el gobierno de comunes y socialistas busca la abstención de otros grupos.
Si no hay un cambio de guion –y en las últimas semanas apenas los ha habido–, el lunes está previsto que se cierre el acuerdo que ha de permitir la aprobación del nuevo presupuesto municipal de Barcelona para este año. Un pacto que si se acompaña de una foto en ella saldrá el gobierno bipartito –comunes y socialistas– y también ERC, si bien, aún no se descarta que también esté Jxcat. Las conversaciones con los posconvergentes se han intensificado los últimos días.
La fotografía será la de un pacto de unas cuentas municipales para el 2020 de más de 3.000 millones de euros y también la de los primeros presupuestos que Ada Colau consigue pactar desde que es alcaldesa. En el anterior mandato tuvo que recurrir a una modificación de crédito y a dos mociones de confianza,así como a una prórroga el último año.
¿Por qué se ha de cerrar un acuerdo el lunes? Ha de ser así para que la propuesta de presupuestos se pueda aprobar en la comisión de Economía del miércoles de la semana que viene y para que, de esta manera, pueda llegar a tiempo al pleno del 31 de enero. Eso es lo que dice el actual guion. Y es que, aunque a principios de semana no se descartaba tener que acudir a una sesión extraordinaria, ayer, para certificar que el acuerdo está prácticamente hecho, se hizo una primera puesta en escena con la que se quiso transmitir que las negociaciones de presupuestos llegan a su fin y a buen puerto. Por eso, la alcaldesa Ada Colau y el líder de ERC, Ernest Maragall, mantuvieron un encuentro que no llegó a la media hora al que fueron convocados todos los medios de comunicación. La primera foto.
Los dos comparecieron para alabar el diálogo y el consenso. “Estamos en la recta final”, aseguró Maragall.
“No es nuestro presupuesto, pero será un buen presupuesto”, añadió. “Este encuentro es una muy buena noticia para la ciudad. Hace tiempo que defendemos desde Barcelona que, después de los periodos tan difíciles de los últimos años, necesitamos que las instituciones funcionen y que tengan presupuestos”, subrayó Colau.
El encuentro de ayer llega tras muchas reuniones discretas en las que se han intercambiado numerosos borradores y que han estado capitaneadas por el concejal de Presidencia, Jordi Martí (Bcomú), la edil de Hacienda, Montserrat Ballarín (PSC), y el republicano Jordi Castellana. Encuentros que han sido al detalle –se ha negociado concejalía por concejalía y distrito por distrito– y en los que ha imperado buen tono, a pesar que en algunas jornadas no se haya avanzado nada.
El tono. No es algo menor. Según explican diversas fuentes conocedoras de las negociaciones, el acuerdo en gran parte se explica porque los tres interlocutores principales “se han encontrado”.
Esquerra ha conseguido aumentar en 100 millones de euros la inversión prevista para el 2020. Este dinero se destinará principalmente a vivienda y emergencia climática. Y, además, también como quería, ha puesto las bases de acuerdos de mandato que se presentarán en los próximos días y que buscan fortalecer las políticas en educación, como herramienta para acabar con la desigualdad, y potenciar las políticas de ocupación y de formación. También es sello de Esquerra que el presupuesto finalmente supere los 3.000 millones de euros. “Al límite de su capacidad”, celebró Maragall.
Desde el gobierno sociocomún se reconoce que han habido más puntos de encuentro que de desencuentro, si bien, especialmente desde la órbita socialista, se apunta que el pacto no es la génesis de un tripartito –lo que precisamente denunciaron ayer el PP y Ciudadanos– sino que simplemente el gobierno ha buscado aliados para las cuentas municipales y se ha encontrado a una ERC con ganas de hacer ciudad. Unas fuentes que insisten que sus principios son los de la geometría variable y de ahí que sigan también las negociaciones con otros partidos. Conversaciones que con quienes están más avanzadas es con los posconvergentes.
“Desde Jxcat estamos trabajando de manera discreta, pero diligente, con el gobierno municipal para tener los mejores presupuestos posibles para Barcelona”, reconoció la portavoz municipal de esta formación, Elsa Artadi. “No son los presupuestos que querríamos. Nuestra distancia con Colau y su gobierno es grande, pero nuestro compromiso desde el primer día es ayudar a tener a tener las mejores políticas públicas para hacer la mejor Barcelona para todo el mundo”, añadió la líder de Jxcat en el Ayuntamiento.
Cuando se aprobaron las ordenanzas fiscales en el último pleno del año Jxcat se abstuvo, pero ahora no descarta votar a favor. Las negociaciones de las cuentas del Govern también avanzan y en ellas los comunes tienen la llave.
Pero más allá incluso de los posconvergentes, la idea es intentar conseguir el apoyo más amplio, si ya no son votos favorables, al menos sí alguna que otra abstención ¿De Barcelona pel Canvi? Ya se verá.
IDEA DE GEOMETRÍA VARIABLE
Jxcat podría sumarse a un pacto para el que se busca la abstención de otros grupos
LOS NOMBRES PROPIOS
El papel de Martí (Bcomú), Ballarín (PSC) y Castellana (ERC) ha sido clave