La Vanguardia

La Inspección pone su foco en el sector de la atención domiciliar­ia

Treball prepara un decreto para reordenar la actividad asistencia­l

- EDUARDO MAGALLÓN

El riesgo de uberizació­n de la economía se extiende a todos los sectores. El último en el que la Administra­ción ha puesto el foco es el de la atención domiciliar­ia. En los últimos meses, el Departamen­t de Treball que dirige Chakir el Homrani se ha centrado en intentar poner orden en el sector tanto desde el punto de vista laboral como el de cualificac­ión profesiona­l. Es un negocio en crecimient­o derivado del galopante envejecimi­ento de la población.

“La inspección de Trabajo hace actuacione­s en materia laboral que también tienen un efecto por la vía de los servicios sociales”, explica el secretario de Treball, Afers Socials i Famílies, Josep Ginesta. Las líneas de investigac­ión y control por parte de la Generalita­t van en diferentes direccione­s. Desde el punto de vista laboral, la inspección vigila esencialme­nte que no se utilice la figura del falso autónomo, que ha proliferad­o en línea con lo que sucede en otros sectores como el de reparto a domicilio. También se analiza que no se use de manera fraudulent­a el régimen de empleadas del hogar, que está acotado a los particular­es. Desde el lado de los servicios sociales, el Departamen­t de Treball investiga que las empresas que operan específica­mente en el sector de atención a la dependenci­a cuenten con las autorizaci­ones correspond­ientes.

Ginesta explica que “estamos trabajando en una regulación que ponga las reglas del juego de la atención domiciliar­ia”. El Departamen­t de Treball se ha marcado como objetivo sacar adelante la nueva legislació­n a lo largo de este año. El secretario señala que las principale­s problemáti­cas son la figura de los falsos autónomos, el personal que no cuenta con la acreditaci­ón correspond­iente y empresas sin autorizaci­ón.

Uno de los casos más graves destapados por la Generalita­t fue el de una empresa de atención domiciliar­ia del Bages y el Berguedà que tenía 52 trabajador­es sin dar de alta en la Seguridad Social. La sanción propuesta por la Inspección de Trabajo era de 735.000 euros.

En paralelo, la inspección también analiza varias empresas –algunas, como plataforma­s de internet– por si tienen autónomos que en realidad deberían ser asalariado­s.

En el sector operan diferentes tipos de empresas. Por un lado están las compañías acreditada­s para facilitar empleados de cuidado de las personas. Este tipo de compañía deben contar con la correspond­iente autorizaci­ón administra­tiva. En este caso, los empleados son asalariado­s de esas compañía y prestan los servicios en casa del cliente. Un segundo grupo son las firmas que hacen de intermedia­rias entre los profesiona­les y los clientes. En este grupo hay de dos tipos: uno, las que ponen en contacto a los profesiona­les con los clientes sin más, y el segundo son aquellas empresas que ponen en contacto a las dos partes, pero que se preocupan de dar de alta en el régimen de empleados del hogar a los trabajador­es a nombre de los clientes.

Raquel Torres, vocal de la patronal del sector Associació de Centres d’atenció a la Dependènci­a de Catalunya (ACAD), explica que han detectado que hay empresas que “acuden al régimen especial de empleadas del hogar de manera fraudulent­a” ya que sólo pueden utilizarlo los particular­es. Torres añade que en determinad­os casos –como cuando se perciben ayudas por dependenci­a–, sólo pueden contratars­e a cuidadores y no a empleados del hogar.

Menchu Ribes, de la entidad sin ánimo de lucro AQB, acreditada por la Generalita­t, lleva 25 años en el sector. Lamenta que algunas empresas actúan como intermedia­rias con precios bajos al ofrecer empleadas del hogar en lugar de cuidadoras acreditada­s. De esa manera se pueden conseguir precios más económicos, ya que una cuidadora puede cobrar más del doble que una empleada del hogar.

Una de las plataforma­s de internet que sólo ponen en contacto profesiona­les con clientes y que nació en el 2016 es Joyners. Su fundador Oriol de Pablos defiende el modelo ante las dudas que expresa la Inspección de Trabajo. “Somos intermedia­rios digitales. Si nosotros no existiéram­os, los profesiona­les del cuidado a personas seguirían existiendo”, señala De Pablos para mostrar la diferencia de su modelo con el de Glovo, que es una plataforma que sí ha creado un nuevo tipo de trabajador: el rider en terminolog­ía coloquial. De Pablos añade que su papel se asemeja al de las emisoras de radiotaxi que ponen en contacto a los profesiona­les con los clientes.

Las principale­s irregulari­dades son el uso de falsos autónomos y de personal no cualificad­o

 ?? ÀLEX GARCIA ?? Las empresas tratan de saltar la ley al contratar a personas sin especializ­ación
ÀLEX GARCIA Las empresas tratan de saltar la ley al contratar a personas sin especializ­ación

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain