Laura Mañá
Directora de cine
La firma de la directora Laura Mañá vuelve a la cartelera de cine con el título Te quiero, imbécil. Una comedia romántica, protagonizada por Quim Gutiérrez, que aborda los nuevos papeles del hombre del siglo XXI.
Diez años han pasado desde que Laura Mañá dirigiera el drama La vida empieza hoy. En este tiempo ha escrito y dirigido publicidad y dos telefilmes. Ahora regresa a la gran pantalla con Te quiero, imbécil, una comedia romántica interpretada por Quim Gutiérrez y Natalia Tena que llega hoy a los cines y que aborda la manera en que los treintañeros se enfrentan al nuevo rol de las mujeres y al de ellos mismos en un momento en que las aplicaciones para ligar como Tinder no dejan de proliferar. “Quería hacer una película muy actual sobre cómo ha cambiado la manera de relacionarse y reflejar que, al final, todos buscamos el amor”, señala la cineasta y actriz catalana a La Vanguardia.
La película nos presenta a Marcos (Gutiérrez), un treintañero que se queda sin novia y sin trabajo en menos de 48 horas. “Marcos molaba a los 15 años cuando estaba en el instituto, luego se durmió en los laureles y no tomó las decisiones adecuadas. Yo digo que se echó una siesta larga y se despertó con 35 en casa de sus padres, sin novia, sin curro, con tripa y la raya en el pelo en el mismo sitio”, opina Gutiérrez de su personaje.
Dispuesto a no perder comba en materia sexual y convertirse en un hombre del siglo XXI, entra en internet para encontrar consejo y se da de bruces con una especie de gurú al que da vida un desternillante Ernesto Alterio. Entre sus advertencias: comer sano, depilarse, hacer deporte y cambiar de aspecto. “Marcos no es el típico perdedor al uso porque enseguida reacciona, pero se acaba metiendo en Google, que es el lugar menos fiable del mundo para conseguir transformarse”, añade la directora.
El protagonista sigue a rajatabla las indicaciones del youtuber hasta que entra en acción Raquel, una antigua compañera de instituto interpretada por Tena, que hará que se replantee sus objetivos iniciales.
“A través de Raquel, una chica moderna, genuina y espontánea que se tiñe el pelo de rojo y baila descalza, Marcos descubre que lo único que tiene que hacer es ser él mismo”, afirma Mañá, que opina que los treintañeros de ahora “no son una generación emocionalmente inmadura. Creo que han cambiado los roles, ya que las mujeres se han empoderado mucho más”.
Gutiérrez sostiene que “el retrato generacional es tan amplio ahora mismo que el hombre del siglo XXI para mí no existe, lo que existen son las oportunidades del hombre de este siglo”. Para el actor, ”en el fondo hay algo optimista en Marcos, pero la ruta de mierda por la que pasa hasta que encuentra lo que quiere nos da mucho con lo que reír”.
Precisamente, que el público se ría es lo que pretende la cineasta ante el “reto” que ha supuesto rodar su primera comedia romántica. “Creo que es muy saludable entrar en el cine y pasar un buen rato”, apunta. Y está en lo cierto.
“La manera de relacionarse ha cambiado pero, al final, todos buscamos el amor”, dice Mañá