Aung San Suu Kyi
Líder birmana
La Corte Internacional de Justicia ha ordenado a Birmania que tome “todas las medidas” necesarias para proteger a los rohinyá, la minoría musulmana cuya persecución por parte del ejército ha sido calificada por la ONU de “genocidio”.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ), máxima instancia judicial de la ONU, ordenó ayer a Birmania que tome “todas las medidas” a su alcance para proteger a la minoría musulmana de los rohinyá y evitar que sean víctimas de un genocidio.
En una decisión aprobada por unanimidad por sus 15 jueces, el tribunal con sede en La Haya impone una serie de medidas de urgencia que exigía Gambia, el país que en nombre de la Organización de Cooperación Islámica llevó a Birmania ante la CJI y le acusó de genocidio contra los rohinyá. La CJI, que dirime los litigios entre estados, puede tardar todavía años en decidir si el genocidio se cometió o no.
Desde agosto del 2017, unos 740.000 rohinyás se han refugiado en Bangladesh huyendo de las represalias del ejército birmano y las milicias budistas, calificadas de “genocidio” por investigadores de la ONU. Birmania, para quien los musulmanes son bangladesíes que se instalaron en su territorio, lo niega.
Sin embargo, la CIJ no exige a Birmania que permita la entrada de una misión de investigación de la ONU como pedía Gambia.