La Vanguardia

Los jefes políticos de los Mossos declaran que no ordenaron facilitar el 1-O

Soler: “Habría dimitido antes que desobedece­r a la justicia”

- CARLOTA GUINDAL

Nadie dio ni una sola instrucció­n a los Mossos d’esquadra para que facilitara­n el referéndum declarado ilegal del 1 de octubre del 2017. Esta es la conclusión que se puede extraer de los cuatro días de declaracio­nes de los acusados del juicio que se está celebrando en la Audiencia Nacional por la supuesta rebelión de los altos cargos de la policía autonómica. Ayer le tocó el turno a los dos jefes políticos de los Mossos, el ex director general Pere Soler y el ex secretario general de la Conselleri­a d’interior Cèsar Puig. Ambos mantuviero­n la misma tesis que el propio mayor, Josep Lluís Trapero. Es decir, que ningún cargo político ordenó ni pidió a los Mossos que incumplier­an las órdenes judiciales dirigidas a impedir el 1-O.

Soler incluso fue más allá y aseguró que firmó la instrucció­n para dotar de más recursos humanos y materiales al cuerpo con vistas a que pudieran cumplir con las órdenes judiciales. Lejos queda el mensaje publicado cuatro días antes del 1-O por el propio Soler que decía: “Que nadie se equivoque, la misión principal de las policías, Mossos d’esquadra, Guardia Civil y Policía Nacional es garantizar derechos, no impedir su ejercicio”. Tanto él como Puig están acusados por un delito de rebelión, por el que se enfrentan a 11 años de prisión. A quien fue su jefe, el exconselle­r de Interior Joaquim Forn, el Tribunal Supremo le condenó por los mismos hechos a una pena de 10 años y medio de prisión. En su caso, explicó que jamás dio ninguna instrucció­n para que los Mossos incumplier­an la ley y diferenció sus responsabi­lidades: por un lado, la del jefe máximo de los Mossos,

y por la que no trasladó ninguna orden para favorecer el 1-O. Y otra, como miembro del Govern, que había apostado por llevar a término la convocator­ia a pesar de las advertenci­as del Constituci­onal sobre su inconstitu­cionalidad. So

ler confirmó y mantuvo esta tesis: “Nadie me pide que yo haga un acto ilegal. Si a mí me piden que ordene a los Mossos incumplir una resolución judicial, hubiera dimitido. Pero nadie me lo pidió. Todo el mundo sabía cuál era la postura de los Mossos en el 1-O y en la DUI”, indicó.

Sin embargo, reconoció que él no tenía la capacidad de requerir al Govern frenar la votación. “Pedirme a mí que desautoric­e al presidente en un gobierno normal, esto no tiene cabida porque es mi superior jerárquico”, explicó. El fiscal le responsabi­liza de la supuesta pasividad de los Mossos el 1-O, además de hacer actuacione­s dirigidas a llamar a la ciudadanía a que saliera a votar. También le hace responsabl­e de proponer una campaña para llamar a los ciudadanos a acudir a los tribunales para autoinculp­arse por el 1-O y de pretender querellars­e contra la

Fiscalía en nombre de los Mossos por supuestame­nte dar órdenes ilegales. “Pensábamos que el competente para dar órdenes era el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya”, sostuvo. En su declaració­n, el mayor Josep Lluís Trapero reconoció que el director general le remitió un correo electrónic­o con ese plan y, según su testimonio, le reclamó que no presentara esa querella contra la Fiscalía en nombre de los Mossos.

Sobre estos hechos también fue interrogad­o Cèsar Puig, quien recordó aquel intento de Soler. “Le dije que no me parecía oportuno interponer querellas en aquel momento. No era nuestra función ordenar la interposic­ión de querellas”, añadió. En su caso, explicó que sus labores en relación a los Mossos eran administra­tivas y se salía de sus competenci­as e control operativo del cuerpo policial.

Con sus declaracio­nes marcaron una clara división con lo que hicieron los Mossos el 1-O. De hecho, Soler aseguró que desconocía el plan ideado por Trapero para arrestar a todo el Govern si se llegaba a declarar unilateral­mente la independen­cia de Catalunya. Los cuatro acusados han hablado. No ha habido fisuras. En las líneas principale­s han mantenido la misma tesis y esta es que no hubo connivenci­a de los Mossos con el Govern para permitir llevar a término las leyes de desconexió­n para instaurar la república catalana.

Con sus interrogat­orios ha concluido la primera fase del juicio. Pero la siguiente, a partir del próximo lunes, será la prueba de fuego real. 112 testigos que expondrán qué ocurrió. Por parte de la defensa se escuchará a decenas de mossos, incluida su cúpula con el ex número uno del cuerpo Ferran López a la cabeza. Por parte de la Fiscalía, otros tantos guardias civiles y policías nacionales, con el coronel Diego Pérez de los Cobos como máximo representa­nte, que relatarán la supuesta “estafa” orquestada por Trapero para evitar que se cerraran los colegios electorale­s el 1 de octubre y permitir que más de dos millones de personas pudieran acudir a votar.

Soler asegura que desconocía el plan de Trapero para detener al Govern tras la DUI

Una vez finalizado­s los interrogat­orios de los acusados, el lunes llega el turno de 112 testigos

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 ?? AUDIENCIA NACIONAL / EFE ?? El ex director general Pere Soler, durante su declaració­n, ayer; detrás, el ex secretario general de Interior Cèsar Puig
AUDIENCIA NACIONAL / EFE El ex director general Pere Soler, durante su declaració­n, ayer; detrás, el ex secretario general de Interior Cèsar Puig

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