Una mujer incendiaria
Ema
Dirección: Pablo Larraín Intérpretes: Mariana Di Girolamo, Gael García Bernal, Santiago Cabrera Producción: Chile, 2019. 102 min. Drama.
Probablemente no es el mejor de los ocho largometrajes que ha realizado hasta ahora, pero el director chileno Pablo Larraín nunca deja indiferente al espectador y reaviva su capacidad para sorprender. Este nuevo filme supone una reconstrucción de la realidad (siempre incómoda, por supuesto) a través de la mirada. Se trata de una mirada contradictoria y en constante búsqueda de horizontes inalcanzables. Es la que posee la Ema del título. Por tercera vez, el asimismo autor de No (candidata al Oscar en el 2013 en la categoría de mejor película de habla no inglesa, galardón obtenido finalmente por Michael Haneke y su filme Amor) tiene como gran figura a Gael García Bernal. Pero en Ema el protagonismo es esencialmente femenino y corresponde a Mariana Di Girolamo, que hace suyo un personaje con muchos rostros. Como Larraín en el campo creativo, ya que hace cuatro años fue capaz de recrear en el cine la figura de Jacqueline Kennedy (1929-1994) en Jackie, reportándole a Natalie Portman una nueva candidatura al Oscar, tras haberlo ganado en el 2011 con Cisne negro, provocadora e inclasificable película firmada por Darren Aronofsky.
Aquí y por incidentes que no deben desvelarse, la pareja formada por una bailarina especializada en reguetón y su coreógrafo deciden entregar en adopción al hijo que ellos mismos habían adoptado. El cineasta Pablo Larraín rompe todas las barreras y en Ema muestra la sexualidad y sexualidades sin rodeos, porque “en Chile la generación de hoy ha dejado atrás la dualidad hombre-mujer en su concepción del sexo y también de la familia”. El indócil personaje de Ema representa para Larraín una “metáfora de la naturaleza, en toda su complejidad, fuerza y misterio. Porque es una hija, una hermana, una amante, una esposa, una bailarina y una madre”. En principio estaba previsto que la protagonista tuviera más de 60 años, pero el descubrimiento de Mariana Di Girolamo hizo que el director optase por un cambio radical en esta película sustentada en la rebelión irrefrenable de una mujer incendiaria y rebelde.