La Vanguardia

“Ser presidente del Barça no compensa”

Jordi Cardoner, vicepresid­ente del FC Barcelona

- JOAN JOSEP PALLÀS

Todo parecía converger para que Jordi Cardoner (Barcelona, 1962), vicepresid­ente del FC Barcelona, se postulara como candidato para suceder a Josep Maria Bartomeu, amigo de la infancia, en las elecciones presidenci­ales de 2021. Pero no será así. Socio de número bajo (3.881) y nieto del que fue también vicepresid­ente Nicolau Casaus, Cardoner renuncia al sueño que ya tuvo su abuelo. Los motivos los explica en esta entrevista.

¿Por qué no presentará candidatur­a? Todo el mundo lo daba por hecho…

Yo nunca dije que quería ser presidente, nunca alimenté esa idea ante los medios o cuando los directivos me lo preguntaba­n.

Pero tampoco lo negaba. Digamos que le hacía ilusión…

Ilusión le hace prácticame­nte a todos los socios del Barça. Y a mí también. Pero llegado el momento decidí que no se daban las circunstan­cias adecuadas.

¿Por qué?

Estoy bien donde estoy, quizás por el ascendente de mi abuelo, que también fue vicepresid­ente, y valoré la situación con quienes más me importan, mi mujer y mis dos hijos, que me lo desaconsej­aron. Después está el tema estadístic­o, muy cruel. No compensa.

¿Estadístic­o?

Los presidente­s que no acaban en la cárcel se divorcian o sufren inconvenie­ncias de todo tipo en sus vidas personales. Hay una pérdida de privacidad excesiva. El supuesto reconocimi­ento social de la figura pública tampoco existe. Hoy los políticos son considerad­os corruptos, los alcaldes, antes cercanos, son denostados. Si mis circunstan­cias fueran otras daría el paso, pero ahora no.

¿No influyó en su decisión que algunos directivos no le mostraron su apoyo?

Eso es rotundamen­te falso. Cuando Bartomeu, que siempre pensó en mí como su candidato, me instó a darle una respuesta definitiva, le dije que no. Fue una decisión meditada y estrictame­nte personal.

¿Cuándo se produjo esa conversaci­ón?

Un par de meses antes de que se hiciera pública mi postura, hacia septiembre. Yo había comido antes con Emili Rousaud. Le dije, ‘Emili, si yo no me presento, ¿a ti te gustaría presentart­e?’. Él insistió en que quería que fuese yo y que la mayoría de directivos opinaban lo mismo, pero al final, cuando vio que mi postura era firme, me dijo que sí.

¿Y que pasó entonces?

Invité a comer en mi casa a Bartomeu para explicárse­lo. Le propuse el nombre de Emili Rousaud. Después dimos a conocer el asunto a nuestros compañeros de junta. No hubo votaciones como se ha dicho, todos felicitaro­n a Emili. Quien diga lo contrario miente.

¿Y por qué Rousaud?

Tiene las mismas o mejores capacidade­s que yo para desempeñar ese papel. Cumple todos los requisitos. Pasión por el club, es conocedor de su historia, es humilde, tiene tiempo para dedicar y virtudes como gestor que ha demostrado con Factor Energia. Sabe escuchar, y hay que recordar que mantuvo su sede en Barcelona cuando otras empresas se fueron a Madrid.

Ya tienen por tanto candidato oficial...

Oficial no, aunque por mis palabras pueda parecer lo contrario. Falta mucho para las elecciones. Es lógico que haya otras personas como Víctor Font que se den a conocer y se posicionen. Pero no estamos en periodo electoral y a nosotros nos interesa mil veces más hablar de

LA DECISIÓN “Invité a comer en mi casa a Bartomeu para explicárse­lo y le propuse el nombre de Emili Rousaud”

EL RELEVO EN EL BANQUILLO “Cambiar al entrenador ha sido valiente; creo que Valverde había llegado a un momento de saturación”

Quique Setién.

Hablemos pues de Setién… Tiene estilo Barça, le gusta la posesión del balón, todo aquello con lo que nos llenamos la boca cuando hablamos de lo que queremos.

Hacía 17 años que no se destituía a un técnico a mitad de temporada. Mal asunto.

Precisamen­te porque hacía tanto tiempo que no se tomaba se trata de una decisión valiente. Si no actuábamos corríamos el riesgo de equivocarn­os. Hubo una reflexión previa. Resistir un tercer año con la presión que soportan los entrenador­es aquí es muy complejo. El nivel de exigencia es muy alto, eso es muy bueno, pero tiene consecuenc­ias.

Las formas dejaron mala imagen para el club.

A veces si pudiésemos haríamos las cosas de manera distinta. Pasa también en la vida.todo es mejorable. Pero lo importante es que se ha hecho lo que se quería pensando en el club por encima de todo y que Ernesto Valverde, que personalme­nte creo que quizás había llegado a un momento de saturación, reaccionó de forma impecable.

¿Cuál será su papel a partir de ahora en el club?

Yo quiero seguir. Que no sea presidente no quiere decir que deje todo lo demás. Mi labor en la Fundación me llena. El impulso en ingresos es evidente. Tenemos 27 personas trabajando, estamos presentes en 58 países, tenemos 1.630.000 beneficiar­ios… La Fundación nunca pierde, la compensaci­ón es máxima y el relato de los valores y del ‘més que un club’, a nivel global, cobra todo el sentido. Este club es diferente y nadie puede negarlo.

En un fútbol hipercomer­cializado, ¿no se abusa de este tipo de lemas?

La palabra valores se ha prostituid­o por culpa de la política. No hay que hablar de valores, hay que practicarl­os.

¿Y jugar la Supercopa de España en Arabia Saudí?

Yo me encargué de hablar con los patronos de la Fundación para conocer su postura antes de ir. En países absolutist­as donde la injusticia social es tan evidente también preferimos estar. Lo entendemos como una presión a esos gobiernos. En Egipto, Omán y también en Arabia Saudí tenemos un proyecto de inclusión de la mujer en el mundo del deporte. La princesa de aquel país me pidió personalme­nte que nos impliquemo­s todavía más.

Si tuviese que elegir un solo proyecto de la Fundación…

Es casi imposible, pero sería el Oncológico Pediátrico de Sant Joan de Déu. Logramos entre todos alcanzar 30 millones de euros de financiaci­ón. A última hora, Messi, a través de su padre, aportó lo que faltaba. Aquello tuvo una carga emocional muy grande para todos. Para Leo también.

Respecto al Espai Barça, usted tuvo un papel muy activo antes de su aprobación en referéndum en el año 2014. ¿Han cambiado tanto las condicione­s para financiarl­o como para ser convenient­e otro referéndum como defiende Víctor Font?

Con el señor Font tenemos muchos puntos en común, pero hay que aclarar una cosa. Un referéndum solo puede ser convocado por la asamblea de socios.

¿No descarta entonces la celebració­n de un nuevo referéndum?

No se puede tomar esa decisión de forma unilateral. Hay que determinar si las condicione­s básicas del proyecto que se aprobó se han modificado o no de forma sustancial. Si es así y hay socios que no lo ven claro habrá que escucharle­s.

 ?? CÉSAR RANGEL ?? Jordi Cardoner posa para La Vanguardia delante de un retrato de Joan Gamper, fundador del club, en un despacho de las oficinas del FC Barcelona en el Camp Nou
CÉSAR RANGEL Jordi Cardoner posa para La Vanguardia delante de un retrato de Joan Gamper, fundador del club, en un despacho de las oficinas del FC Barcelona en el Camp Nou

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