El Banco de España alerta contra los topes al alquiler
Señala efectos negativos sobre todo a medio y largo plazo
El Banco de España entra en el debate sobre la conveniencia de aplicar políticas de limitación del precio de los alquileres, una de las medidas estrella incluida en el programa de coalición de PSOE y Unidas Podemos. Ayer el supervisor publicó un informe donde, haciendo un repaso de las experiencias internacionales, pone de relieve que los controles sobre las rentas para los inquilinos en determinadas zonas de grandes ciudades puede generar “efectos adversos potencialmente significativos, especialmente cuando este tipo de medidas se mantienen durante períodos prolongados”.
En concreto, al analizar el impacto de las regulaciones en grandes ciudades europeas de los últimos años, el informe del Banco de España reseña que, en general, modera a corto plazo el precio del alquiler de la zona en la que interviene la norma, pero, al mismo tiempo, “puede causar aumentos” en otras áreas de la ciudad no reguladas. Además, a medio plazo, detectan “ciertas dificultades” relativas a la “implementación efectiva” de la limitación de precios –desde la litigiosidad de inquilinos y propietarios al establecimiento de umbrales en los precios de referencia– y en la oferta de vivienda para alquilar –reducción de pisos en el mercado, desvío de inversión a nuevas construcciones, más caras–.
El estudio reconoce que hay un problema de acceso a la vivienda de alquiler, en algunos segmentos de la población. “En particular, el mayor aumento del gasto en alquiler de vivienda sobre los ingresos disponibles se registra en hogares con menor renta o entre los jóvenes”, destacan los expertos del Banco de España. También constatan que la barrera que representa para muchos los altos alquileres va contra la eficiencia del mercado laboral, al lastrar la movilidad de los trabajadores; influye en la “estabilidad macrofinanciera”, porque afecta un volumen “creciente” de población activa y se concentra en colectivos con poca capacidad de ahorro y con un consumo “muy sensible” a la variación en los ingresos, además de afectar al mercado de la vivienda en general.
Asimismo, el análisis del Banco de España se detiene en las políticas basadas en un parque público importante de vivienda de alquiler con precios asequibles. En este ámbito, destaca que ataca directamente el problema al ofrecer pisos a precios razonables, aunque también admite que estas políticas “requieren un diseño eficiente” para su aplicación y, sobre todo, suponen una “medida costosa para las arcas públicas”.
Sobre la regulación de los contratos de alquiler, señala que el mercado crece cuando la protección jurídica de los propietarios es alta. Además, defiende que estas medidas deben contrarrestarse con mecanismos que protegen al inquilino como la duración mínima del contrato. En el plano fiscal, tampoco encuentra fórmulas de gran eficacia para favorecer el alquiler, más allá de beneficios fiscales para elevar la rentabilidad de los propietarios.
El supervisor avisa de que puede aumentar el coste para los inquilinos de las zonas no reguladas