ERC insta a Jxcat a no desaprovechar la oportunidad de la mesa de diálogo
Iceta defiende las negociaciones y admite que la prisión no es la solución
Esquerra Republicana y PSC se han conjurado para afianzar la mesa de diálogo entre administraciones que pactaron antes de la investidura de Pedro Sánchez pese a que Junts per Catalunya condiciona su viabilidad a la designación de un mediador internacional.
Republicanos y socialistas se reconocen de forma recíproca como “principal rival” en los próximos comicios catalanes –“esto va de ERC o PSC” dijo ayer Pere Aragonès–, pero no es un obstáculo para que ambos partidos remen en la misma dirección ante la posición de los posconvergentes.
Si el sábado Jxcat sacaba músculo para distanciarse de sus socios de Govern en un ambiente de contienda electoral, ayer era el hombre fuerte de los republicanos quien pidió que no se bloquee la negociación. “Si hay un mediador, mejor”, afirmó Aragonès, al tiempo que pidió “no desaprovechar la oportunidad” de que “el Estado se siente a resolver el conflicto políticamente”. Siguiendo ese hilo, el vicepresidente del Govern reclamó “unidad estratégica y máxima exigencia” al independentismo para llevar los “consensos” de “referéndum y amnistía” a la mesa. Lo hizo desde Falset, en el congreso del sindicato agrario Unió de Pagesos.
Asimismo, el coordinador nacional de ERC lamentó que el “desgaste” por “forzar esa negociación” con el Gobierno lo asume “en solitario” su partido, mientras que “los beneficios” son para todos. Dio cuenta de ello al poner como ejemplo el hecho de que será Quim Torra quien encabece ese espacio de diálogo que ellos acordaron y mostró su intención de formar parte de él en tanto que vicepresidente.
También el PSC ha defendido esta semana la mesa de diálogo en el congreso del partido en las comarcas gerundenses, en Platja d’aro. Primero fue Adriana Lastra, portavoz del PSOE en la Cámara Baja, quien mostró su “empeño” en cumplir lo pactado con ERC y en buscar una salida aunque “no sea para siempre”. Ayer Miquel Iceta, líder del partido en Catalunya, redoblaba la apuesta por la negociación y admitía que la resolución al conflicto no es que Oriol Junqueras esté 13 años en la cárcel.
Así, se comprometió a “no renunciar nunca” a buscar esa solución con “actitud dialogante” por “muy difícil” que se lo pongan sus “adversarios”. “Esto sólo lo podremos arreglar desde el diálogo, desde el respeto y el reconocimiento del otro”, sentenció. Además, apuntó que “el camino que emprende el Gobierno con sus 44 puntos de la agenda para el reencuentro es el bueno” después de que Jxcat haya cuestionado y rebajado el documento entregado a Torra.
En su intervención se alternó el palo con la zanahoria y se optó por una posición distante de la derecha de PP y Ciudadanos – “independizadores”– y los independentistas.
El primer secretario de los socialistas catalanes señaló que el hecho de que se les trate de “carceleros y verdugos” o las proclamas de “lo volveremos a hacer” no ayudan y abogó por hacer compatible la crítica a los líderes del 1-O y reclamarles que “reconozcan sus errores”, con medidas que ayuden a “curar las heridas” abiertas por el procés.
Aragonès por su parte afeó a los socialistas que“primen sus intereses” para “desgastar a ERC como principal rival”, mientras que Iceta abogó por mejorar sus resultados en Tarragona, Lleida y Girona.
Aragonès lamenta que los republicanos asumen el “desgaste” de la negociación con el Estado “en solitario”