Adiós al gafe de Cornellà
El Espanyol suma su primer triunfo en casa en la Liga contra el Mallorca y roza los puestos de salvación
Parecía que la afición del Espanyol no tenía derecho a disfrutar de una alegría esta temporada. A la duodécima tuvo que ser, tras una larga y desquiciante espera, y Cornellà celebró al fin un triunfo. El más deseado de la temporada. El que sirve para volver a creer. Una sensación ya olvidada la de celebrar para una afición ofendida en su orgullo en demasiadas ocasiones. El mal fario llegó a su fin de la mano de Abelardo. Y de Darder. Y de De Tomás. Y sobre todo de 32.000 aficionados que volvieron a creer en un equipo que nunca se da por muerto aunque lo tenga casi todo en contra.
El Espanyol puso fin a seis meses de penurias en su propio estadio, a un gafe que parecía que nunca llegaría a su fin, no ganaba en la Liga en casa desde el 18 de mayo del 2019, gracias al solitario tanto de De Tomás. El hombre gol del equipo sumó su cuarto tanto en la Liga en los mismos encuentros y concedió una victoria de seis puntos a su equipo, que iguala con 18 al Mallorca, su rival en esta ocasión. Con mucho sufrimiento, nada consigue este equipo esta temporada si no es de esta forma, logró el Espanyol acercarse a su objetivo vital esta temporada en un encuentro a todo o nada contra un rival directo.
Los de Abelardo, más competitivos desde la llegada del asturiano, se enredaron en un inicio incómodo en su intención de presionar al Mallorca. Los visitantes ganaron la batalla táctica en el medio del campo y dispusieron de una enorme superioridad gracias un trivote muy oportuno. Se frustró el equipo perico, incapaz de hacerse con el dominio durante demasiados minutos mientras los de Moreno jugaban con ellos al gato y al ratón.
Tardó mucho el Espanyol en comprender por qué su despliegue físico se quedaba sin premio. A ello sumó una precipitación ofensiva que les hizo terminar las jugadas antes de tiempo. Los nervios cegaban en el día de su gran reválida al equipo blanquiazul, que intentó construir la casa por el tejado. El camino más corto no fue el adecuado, pero pese a ello enseñó las costuras de su rival en varias ocasiones.
El primer susto llegó a las primeras de cambio, cuando Darder no encontró portería tras un centro de Embarba por la izquierda. Respondió el Mallorca con la ocasión más clara del encuentro en un remate de Budimir en el punto de penalti que Bernardo desvió a córner. Como un púgil cargado de testosterona, el equipo local percutió con virulencia pero sin precisión sobre la portería de Reina, mientras su rival intentaba domarlo con continuidad.
Los latigazos pericos se fueron espaciando en el tiempo y el Mallorca se hizo dueño el partido. Fue ahí cuando el VAR rescató las esperanzas blanquiazules. Mateu Lahoz señaló un penalti de Marc Roca, pero tras revisar la jugada concedió un córner salvador. Por dos veces había hecho concesiones el equipo españolista, acostumbrado a hincar la rodilla en casa ante este tipo de situaciones.
La morfina que administró el equipo isleño permitió, sin pretenderlo, que el Espanyol se ajustase en la presión y antes del descanso volvió a percutir. Calleri rozó el gol tras una jugada personal. Poco después Valjent, central mallorquín, erró en una cesión hacia atrás y Embarba estuvo cerca de encontrar a De Tomás.
Tras el descanso, el Espanyol logró por fin adelantar líneas sin conceder espacios. Y en un contragolpe llegaría el ansiado gol local. Una cabalgada por la izquierda de Dídac , que demostró una fe irreductible en sus posibilidades, permitió a Darder poner un centro al área donde apareció el hombre gol del Espanyol. De Tomás cabeceó con inteligencia a donde Reina no podía llegar para anotar su cuarto gol en la Liga en cuatro partidos y levantar a la grada. Las sedientas gargantas blanquiazules volvían a rugir.
Pero el tanto sólo fue el principio. Quedaban muchos minutos de enorme angustia, la que sintió la afición en un cabeceo de Budimir que se marchó fuera milagrosamente. Darder tuvo el segundo a pase de Vargas, pero Abelardo congeló el encuentro con los cambios. Resistió a los nervios propios y ajenos el Espanyol, hasta lograr un triunfo que le permite seguir soñando con la permanencia. Un sueño cada día más real.
CLASIFICACIÓN
El equipo blanquiazul empata a puntos con Leganés y Mallorca, que marca la zona de salvación
EN RACHA
Raúl de Tomas fue el autor del único gol del partido y prosigue su serie de aciertos ante la portería