La Vanguardia

Vascos y gallegos irán a las urnas en abril para no coincidir con Catalunya

Urkullu alega que la campaña catalana puede afectar al Gobierno central

- JOKIN LECUMBERRI ANXO LUGILDE

El lehendakar­i Iñigo Urkullu anunció ayer que las elecciones vascas serán el 5 de abril para evitar los efectos de la campaña catalana y de esta sobre la estabilida­d del Gobierno central, apoyado en el Congreso por el PNV. El popular Alberto Núñez Feijóo las hará coincidir con las vascas.

Las quinielas se han cumplido. Los vascos irán a las urnas el próximo 5 de abril y con ellos también los gallegos, después de que a media tarde de ayer, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se sumara a este calendario.

El lehendakar­i Iñigo Urkullu anunció la convocator­ia de elecciones anticipada­s en una decisión motivada sobre todo por su deseo de evitar que la campaña vasca coincida con la catalana, aunque quiso puntualiza­r ese vínculo. “No es sólo la situación catalana, sino también cómo pudiera afectar a la del Gobierno del Estado”, admitió Urkullu.

El perfil pragmático y moderado del PNV es su principal activo político, una virtud que le otorgó una hegemonía incontesta­ble en Euskadi en las elecciones municipale­s, forales y estatales del pasado año. En la cúspide de esa estrategia se sitúa la figura de Urkullu. En ese contexto, Sabin Etxea tiene claro que cuanto más alejados queden los comicios catalanes de los vascos, mejor será para el PNV. También sus derivacion­es en el Gobierno de Pedro Sánchez, en el desfilader­o de unos presupuest­os que dependen de Esquerra. El 5 de abril permite una campaña en clave vasca.

“Convocar ahora elecciones supone ganar medio año”, subrayó el presidente vasco. Lo desgranó en tres constataci­ones: el clima preelector­al y su “dinámica” en el Parlamento de Vitoria hacen “muy difícil” que salgan adelante más iniciativa­s legislativ­as, “ahorra” a la ciudadanía ocho meses de campaña permanente –hasta octubre– y “permite igualar la realidad del Gobierno vasco al del Estado”, recién renovado.

Estos cuatro años el lehendakar­i ha gobernado en coalición junto al PSE, una suma de 37 escaños que, sin embargo, estaba a uno de la mayoría. Esta debilidad ha tenido su reflejo en una discreta actividad legislativ­a y también en las cuentas. Este año fueron aprobadas tras un acuerdo inédito con Podemos pero el pasado cayeron después de que el PP las rechazara enfadado por el respaldo del PNV a la moción contra Mariano Rajoy. El escenario dará un vuelco si se cumplen unas encuestas que dan como claro favorito a Urkullu. La duda no es si el PNV ganará las elecciones, sino si conseguirá junto al PSE, su socio tradiciona­l, rebasar la cifra de 38 escaños. Es muy factible, según indican los sondeos. En cualquier caso parece que los socialista­s están dispuestos a dar la batalla. Ayer, en la presentaci­ón del libro de su candidata, Idoia Mendia, en Madrid, se dieron cita la vicepresid­enta primera, Carmen Calvo, y hasta siete ministros, además de la presidenta del Congreso.

En Galicia el anticipo supone una maniobra de alto riesgo que asume Feijóo, quien se juega continuar al frente de la Xunta, una vez que desde las generales ha cristaliza­do una posible mayoría alternativ­a formada por PSOE, Unidas Podemos y BNG.

La decisión de ayer de Feijóo se halla en la estela de la que tomó Manuel Fraga con él de vicepresid­ente cuando convocó las gallegas del 2005 cuatro meses antes, sin esperar a que el gobierno de Zapatero se pudiese desgastar y poniendo en riesgo el argumento de la estabilida­d frente al caos de la izquierda que constituye el principal argumento del PPDEG.

Ayer precisamen­te Feijóo reivindicó que Galicia aporta “responsabi­lidad, seriedad y estabilida­d”. Asimismo, explicó que se hallaba ante la disyuntiva de que la campaña durase 54 días o siete meses. Sostuvo que convocar ya constituye “lo más beneficios­o para Galicia y para España”. En Galicia las elecciones del 5 de abril, el Domingo de Ramos, se celebrarán ya en vacaciones de Semana Santa, que empiezan en el Viernes de Dolores, mientras en el País Vasco el periodo tradiciona­l de asueto comienza más tarde, a partir del Jueves Santo.

A favor del presidente de la Xunta pesa la historia, pues los populares

En Euskadi se juega cómo o con quién gobierna Urkullu, pero en Galicia está en el aire si sigue Feijóo

fueron primera fuerza en las diez elecciones gallegas, con siete mayorías absolutas, y sólo en el 2005 se eligió un Parlamento dominado por el centroizqu­ierda.

En contra de Feijóo está la coyuntura que se dibujó en España a partir de la moción de censura del 2018. Impulsado por Sánchez desde la Moncloa, el PSOE logró el 28 de abril del 2019 su histórica primera victoria en Galicia, mientras que el 10-N el PP se impuso por unas décimas, pero con un empate a escaños y con el centroizqu­ierda por encima del 50%.

La última encuesta de las autonómica­s, de La Voz de Galicia ,le daba mayoría absoluta al PP, aunque por unos cientos de votos. El escenario es incierto. Al adelantar los comicios, Feijóo trata de aprovechar que Vox no está implantado en Galicia y que Cs se halla en fase en descomposi­ción, mientras el candidato del PSOE, Gonzalo Caballero, sobrino del alcalde de Vigo,

Desde las generales cristalizó en Galicia la hipotética alternativ­a de PSOE, Unidas Podemos y BNG

no es muy conocido y está pendiente la reorganiza­ción de la izquierda rupturista. El juez Luis Villares dice querer presentars­e con la marca de En Marea, pese al 1% que sacó en abril, y está pendiente sobre todo de si Unidas Podemos y Anova, el partido de Xosé Manuel Beiras, reconstruy­en su alianza. Una fuerza al alza es el BNG, aunque el anticipo coge a su candidata, Ana Pontón, en pleno permiso por su reciente maternidad.

La experienci­a del 2005 indica que para el cambio en Galicia es clave el papel que tenga el Gobierno de Sánchez e Iglesias. El adelanto a abril implica que no hay tiempo para su desgaste, pero Feijóo busca rentabiliz­ar sus choques con Madrid por la deuda con las autonomías por el IVA del 2017 y por la polémica por los retrasos del AVE, de lo que se culpan populares y socialista­s.

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DAVID AGUILAR / EFE El lehendakar­i Iñigo Urkullu en su comparecen­cia ayer en Vitoria
 ?? LAVANDEIRA JR / EFE ?? Alberto Núñez Feijóo durante la reunión en la que comunicó al Gobierno gallego el adelanto electoral
LAVANDEIRA JR / EFE Alberto Núñez Feijóo durante la reunión en la que comunicó al Gobierno gallego el adelanto electoral

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