La Vanguardia

El Chipre turco se desmarca de Ankara y aboga por la reunificac­ión

El líder turcochipr­iota afirma que una anexión de Turquía sería “horrible”

- JORDI JOAN BAÑOS Estambul. Correspons­al

Ankara ha pasado en una década de postular “cero problemas con los vecinos” a pelearse hasta con la República Turca de Chipre del Norte (RTCN), que sólo reconocen ellos.

El jueves pasado, el presidente de la entidad turcochipr­iota, Mustafá Akinci, calificó la posibilida­d de ser “engullidos por Turquía” como algo “horrible”. Sus poco ceremonios­as palabras han retumbado en Ankara, donde ayer era el ministro de Exteriores quien llamaba “deshonesto” a Akinci. “Los turcos lo pondrán en breve en su sitio”, dijo Mevlut Çavusoglu, en aparente referencia a las elecciones presidenci­ales de la RTCN, del próximo abril.

Los socios de Gobierno ultraderec­histas de Recep Tayyip Erdogan han ido aún más lejos, conminando a Akinci a “que se vaya con los griegos”. Mientras que otros altos cargos han dicho que “no merece el cargo que ocupa”.

Akinci se reunió hace dos lunes con su homólogo grecochipr­iota en Nicosia, la capital dividida, para trazar una estrategia común frente al coronaviru­s. “La única solución viable para Chipre”, aseguró, “es una reunificac­ión de carácter federal”. Así lo recogió el diario The Guardian, del Reino Unido, país que mantiene enormes bases militares en su antigua colonia, tomada a los otomanos.

Pero si no se actúa pronto, el presidente turcochipr­iota opina que se convertirá en irreversib­le la división de la isla, que se remonta a la invasión turca de 1974, a su vez respuesta al intento de anexión de Atenas. Akinci, subraya que los jóvenes de una y otra parte de la isla han perdido los vínculos emocionale­s con la otra mitad. Aparte de eso, en el norte ya no hablan griego y en el mejor de los casos pueden entenderse en inglés con los otros chipriotas.

Mustafá Akinci ha tocado además un nervio sensible al hacer una comparació­n con “la anexión de Crimea por Rusia”, que el partido de Erdogan rechaza. Como gran parte de los turcochipr­iotas nativos, Akinci, oriundo del sur de la isla, choca además con el viento islamizant­e de Erdogan.

El político socialdemó­crata se opuso además a la reciente campaña militar turca en el norte de Siria, Manantial de Paz. Mientras tanto, en la otra trinchera se encuentra quien será su principal rival en las reñidas presidenci­ales, Ersin Tatar, próximo a Erdogan y partidario de la división definitiva de Chipre en dos estados.

También ha advertido Akinci que jamás se prestará a ser “otro Tayfur Sökmen”, el presidente de la efímera República de Hatay (Alejandret­a), escindida de Siria por Francia en 1938, para su subsiguien­te anexión por Ankara.

Aunque los turcochipr­iotas, menos del 20% de los isleños, estaban repartidos por todo Chipre, terminaron concentrad­os en el este y nordeste, por convenienc­ia turca. De allí fue expulsada, a su vez, la población griega. Mientras que la capital quedó dividida en dos, con muros, alambradas y cascos azules. Huelga decir que los bufetes de abogados son el negocio más boyante de Nicosia.

Desde entonces el norte de Chipre vive en el limbo, pese a su fabuloso potencial turístico, ya que no puede acoger vuelos internacio­nales. Aunque Erdogan permitió un referéndum, en el 2004, en el que los turcochipr­iotas aceptaron el plan Annan de reunificac­ión, este fue rechazado por los grecochipr­iotas, que prefiriero­n

El último intento de unir la isla fracasó en el 2017 porque la parte griega prefirió entrar sola en la UE

entrar solos en la UE, con capacidad de bloqueo. En el 2017 falló el segundo intento.

No obstante, la Nicosia griega también ha dado pasaporte de la República de Chipre a decenas de miles de turcochipr­iotas, varios de los cuales cruzaron a votar en las últimas elecciones europeas.

Por último, Ankara juega fuerte en el Mediterrán­eo Oriental, entorpecie­ndo las prospeccio­nes de gas alrededor de Chipre, bajo el argumento de que protege los derechos de los turcochipr­iotas.

En respuesta, el portaavion­es francés Charles de Gaulle echaba estos días el ancla frente a la República de Chipre, que a su vez anunciaba compras por 240 millones de euros de misiles franceses Exocet y Mistral, como disuasión ante la fuerza aérea y naval turca.

 ?? AMIR MAKAR / AFP ?? Desde 1974 Nicosia permanece dividida entre la parte griega, en primer plano, y la turca, al fondo
AMIR MAKAR / AFP Desde 1974 Nicosia permanece dividida entre la parte griega, en primer plano, y la turca, al fondo

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