Del oasis al cráter pasando por la epidemia del miedo

Interesante entrevista (Preguntes freqüents, TV3) a la senadora Marta Pascal. El pretexto es la publicación de su libro Perdre la por (Los Libros de la Catarata) en el que expone opiniones insólitas. Ejemplo: que discrepar de Carles Puigdemont ha llegado a considerarse un anatema contra el culto sectario a la personalidad. Sin la incontinencia victimista y cursi de otros libros políticos recientes, Pascal admitió errores. Y, quizá en contraposición con el tótem tóxico del oasis, habló del cráter abierto por la confesión de Jordi Pujol y el descubrimiento de la lasaña de corrupciones convergentes. Atraídos por la sangre de la discrepancia, los insultadores aficionados y profesionales acudieron en masa. En internet leí un comentario, evidentemente anónimo, que definía a Pascal como híbrido unipersonal de Puta y Ramoneta. En el mundo real, el miedo sigue azuzando la mentira, mientras que la pérdida del miedo alimenta la búsqueda de una verdad que a la fuerza debe ser relativa. Hablando de miedo: en RAC1, el conseller Jordi Puigneró aplica a la amenaza del coronavirus el mismo énfasis beligerante que suele utilizar al hablar de política: “No podemos tolerar que nos inoculen el virus del miedo”. Un rato más tarde, Sony anuncia que tampoco vendrá al Mobile World Congress.

La postal de los veintidós miembros del Gobierno de Pedro Sánchez en el pícnic de Quintos de Mora, ¿es una reacción contra el miedo? En el caso de Sánchez, perpetúa su habilidad para adaptarse al paisaje en función de su propio interés, igual que uno de los personajes de la cultura popular que mejor nos define: Mortadelo. Su creador, Francisco Ibáñez, es un barcelonés universal que hace años respondía

Pedro Sánchez perpetúa su habilidad para adaptarse al paisaje

las entrevistas en catalán y que inventó los conceptos que mejor resumen la cultura (?) política española y catalana: Mortadelo y el 13 Rue del Percebe.

En Onda Cero, Ignacio Varela dice: “Me pregunto si este

Gobierno hace alguna cosa que no sea de cara a la galería”, mientras que Arcadi Espada afirma que el único detalle relevante del pícnic es el modelo de jersey chic rural que llevaba Sánchez. ¿Y Junqueras en La Sexta? Vuelve a aprovechar una entrevista no para responder a las preguntas del periodista sino para exponer sus inamovibles principios y destilar una complacencia mesiánica que ojalá no se transforme en una caricatura del resentimiento sectario. El sondeo de La Vanguardia también alimenta muchas tertulias. Aprovechando la ocasión, he hecho mi propia encuesta. El resultado es inapelable: no conozco ningún independentista que haya dejado de serlo y sí conozco algún no independentista que ahora sí lo es.