Robador pide ayuda para la dueña del narcoedificio
La asociación vecinal de esta calle denuncia que, pese a la redada del sábado, los narcos aún venden en el número 55 y que la dueña de la finca está desesperada
Vecinos de la calle Robador del Raval denunciaron ayer que, pese a la redada del sábado, los traficantes siguen vendiendo drogas en el narcoedificio ubicado en el número 55. Además, estos vecinos también señalaron que la propietaria de la finca está en una situación de indefensión, que los delincuentes se están aprovechando de que es una mujer mayor, que las administraciones deberían reaccionar cuanto antes y echarle una mano.
El pasado sábado La Vanguardia informó de que los narcos tratan ahora de controlar edificios enteros, Ejemplos: el 55 de Robador y en el 14 de Príncep de Viana.
La asociación de vecinos Illa Robador Picalquers Roig aseguró ayer en un comunicado que agradece a los Mossos d’esquadra y a la Guardia Urbana que el sábado desmantelaran el punto de venta de la última planta del 55 y que detuvieran a media docena de personas. Pero la asociación también subrayó que los traficantes siguen vendiendo en esta finca, que el punto desarticulado no era el único en funcionamiento, que los narcos se están aprovechando de Rosita, la dueña.
“Hace medio año que denunciamos la conflictividad de esta finca ocupada casi en su totalidad –dijo la asociación–. Allí más de un piso se dedica al narcotráfico. Durante meses peregrinamos por las administraciones y no encontramos solución, lo que nos llevó a investigar. Vimos que su dueña, Rosita, del barrio, de 88 años sin mas familia, está desesperada”.
Vecinos de la calle detallaron que el sábado los narcos colgaron un trapo rojo en la fachada, una señal para decir a los clientes que se alejen. “Pero el domingo lo quitaron y los toxicómanos regresaron”. La presencia de periodistas y de los Mossos amedrentó a muchos compradores la mañana de ayer, pero por la tarde regresaron. Además, a pocos metros, en el 55 de
Sant Pau, lamenta la asociación, funciona otro narcopiso. Los vecinos pintaron que está en el sexto, para que los clientes no se confundieran, pero los narcos dibujaron encima un tres para no verse señalados.
Entre tanto vecinos y comerciantes de Príncep de Viana, a una manzana del mercado de Sant Antoni, preparan una protesta muy llamativa para mañana a fin de llamar la atención sobre el infierno que padecen. “Colgaremos una pancarta relacionada con el día de San Valentín, con el lema #Sanvalentin sin #Narcopisos, #Besatebajolapancarta”.
En esta calle los narcos se hicieron con el control del número 14 hace ya un par de años. Son los traficantes quienes deciden quién puede dormir en la azotea, qué chatarreros pueden hacer uso de los bajos, qué mujeres pueden venderse por una dosis... Una de las gotas que colmaron el vaso tuvo lugar la semana pasada, cuando un desconocido roció con un líquido la entrada de esta finca y le prendió fuego. En la web de La Vanguardia se encuentra el vídeo que recoge la virulencia de las llamas. Los vecinos de esta calle agregan que los narcos, poco a poco, también están tratando de hacerse con el edificio de enfrente. La tensión es muy alta.
Pero la protesta que están preparando vecinos, comerciantes y la asociación Acció Raval no culpa únicamente a los narcos de sus pesares. También apuntan a las entidades financieras, a quienes exigen que tomen medidas para evitar las ocupaciones de los narcos. El narcoedificio y también el narcopiso de enfrente son propiedad de entidades. “Hemos intentado repetidamente encontrar un interlocutor para resolver el problema. Pero insisten en redirigirnos a la comunicación mediante formularios en su página web”.
Los afectados también señalan al Ayuntamiento, la Generalitat y el Estado. Quieren que la policía desaloje a los traficantes, y que las administraciones sancionen a los propietarios de pisos vacíos.
Vecinos y comerciantes de Príncep de Viana, donde funciona otra narcofinca, preparan una original protesta