Trabajo para Setién
El Barça supera la fase crítica y se propone aprovechar las próximas dos semanas
El partido del domingo en el Benito Villamarín venía envenenado. Los análisis complacientes con los que fue digerida la eliminación copera del Barça en Bilbao contenían un reverso amenazante e inevitable en caso de derrota o empate contra el Betis. La generosidad tiene poco recorrido en el entorno barcelonista y la victoria del Real Madrid en Pamplona en las horas previas redujo las alternativas a una sola salida: había que ganar o ganar en Sevilla. No hacerlo significaba alejarse del liderato, quien sabe si definitivamente. Demasiado para un club que vive tiempos movidos, institucional y deportivamente.
Pero el equipo de Quique Setién cumplió. Sumó los tres puntos superando una situación crítica. Aunque con imperfecciones, remontó por dos veces negándose a dejarse llevar como en anteriores desplazamientos. Eso le permite respirar hondo y afrontar las dos próximas semanas como si de una especie de minipretemporada incrustada en febrero se tratara, idónea para pulir un libro de instrucciones que en el caso del técnico cántabro requiere de tiempo para su asimilación y, más importante aún, de una buena predisposición por parte de los futbolistas. Los dos próximos compromisos de los blaugrana se disputarán en el Camp Nou ante el Getafe y el Eibar. 15 días, dos partidos. Tiempo suficiente para mejorar.
No es fácil jugar en los equipos de Setién. Varían de sistema de un partido a otro y exigen del jugador una lealtad irrompible y un buen estado de forma. El riesgo forma parte de su esencia así que una mala ejecución en cualquier zona del campo se paga cara. A Setién le siguen Ter Stegen, que sintoniza con la valentía del entrenador (al alemán le encanta tocar balón, retar a los delanteros rivales, errar para luego probar su fortaleza mental), así como Lenglet, Busquets, De Jong, Messi y Sergi Roberto. También Piqué, Semedo, Arthur y Alba acabarán por adaptarse si el equipo sigue ganando partidos y por tanto generando adeptos, pero hay un grupo de rezagados que, por distintas circunstancias, no acaba de encontrar el tono adecuado. En una plantilla de 20 elementos esas dos velocidades serían asumibles, pero el negligente manejo del club en el mercado de invierno convierte la implicación de todas las piezas en una obligación. De lo contrario el problema acabará por supurar y afectar tanto en la Liga como en la Champions.
Umtiti, campeón del mundo con Francia hace dos veranos, es una sombra de lo que fue. Desde que sufre del cartílago hace sufrir a los demás. Hizo un partido pésimo en Sevilla. Todo lo hizo con miedo a fallar y eso penaliza a cualquier central. Flotó a Fekir tanto que le ofreció comodidad. Está lento, ha perdido explosividad y atrevimiento. Umtiti jugó en Sevilla porque Piqué estaba
EL TIEMPO ES ORO Dos partidos en 15 días son un lujo que Setién quiere aprovechar para pulir su manual y fichar un delantero
sancionado. La alternativa habría sido convertir en titular a Araujo, jugador del filial, asestándole un golpe jerárquico de difícil asimilación. La sanción de Lenglet favorece una nueva titularidad de su compatriota el sábado contra el Getafe.
Otros jugadores en aprietos son Griezmann, que nunca encontró su sitio con Valverde y continúa extraviado con Setién; Aturo Vidal, cuyo fútbol no encuentra acomodo en el juego coreográfico que propone el nuevo técnico; así como Junior, cuya timidez a la hora de aprovechar su carril hace sospechar sobre su entereza psicológica para soportar el peso de la camiseta del Barça.
Quien no necesita un empujón emocional es Setién. El temor de que el nuevo entrenador decaiga abrumado por la capacidad del club de generar crisis y conflictos no ha afectado su intención de pasárselo bien, un propósito un tanto naif que sigue transmitiendo tanto en las ruedas de prensa como de puertas adentro. “Es positivo, está ilusionado, insiste en que entrenar al Barça es una de las ilusiones de su vida y no piensa renunciar. No ha rebajado su optimismo ni una gota desde que llegó”, dicen quienes llevan años en el club y están descubriendo su personalidad a través del contacto diario.
El club sigue buscando en el mercado un delantero con la tranquilidad que da un entrenador que no genera estrés. Hay luz verde para el fichaje. Falta que la Federación, a través de dos médicos independientes, entienda que la lesión de Dembélé es lo suficientemente grave para dejar libre una plaza.
DISFRUTAR EL MOMENTO “No hay contratiempo que rebaje su optimismo, insiste en que se lo está pasando bien”, dicen de él en el club
LA EXIGENCIA El técnico apuesta por un fútbol abierto, que expone al futbolista y le desnuda si está bajo de forma
LA CRIBA Ter Stegen, Busquets, Messi, De Jong y Lenglet le compran la idea, pero otros muchos deben reaccionar