En primera persona
He decidido escribir. No juego a ser periodista, soy tan sólo un jugador de baloncesto. Voy a escribir en primera persona, como siempre he hecho, pero por primera vez, tengo la responsabilidad de hacerlo para un medio de comunicación. No voy a redactar artículos de nada que no sea sobre mí mismo y mis vivencias.
Explicaré cosas que le pasan por la cabeza a un jugador profesional de baloncesto. La única razón por la que he aceptado el reto que La Vanguardia me propuso es porque creo que es útil en dos ámbitos.
En el personal, porque siempre he intentado meditar muy bien sobre lo que hago y por qué lo hago. Me sirve para asentar pensamientos o ideas de lo que me encontraré en el futuro. Este es un año muy importante para mí, el de mi retorno a Europa, la vuelta a la competición del Viejo Continente me obliga a hacer un reset de cómo he competido y vivido en los últimos años jugando en la NBA. Escribir sobre las sensaciones que voy a tener me ayudará a encontrarme a mí mismo, reflexionando como si lo hiciera en voz alta.
En segundo lugar, en un ámbito más público, intentaré hacer un poco de pedagogía de lo que hace, vive y piensa un deportista profesional en su día a día. Creo que en algunas ocasiones se trivializa o se desconoce lo que implica ser profesional del deporte y, en ocasiones, eso perjudica nuestra imagen. Ser un deportista no es más ni menos que ser profesional de cualquier otra actividad, pero tiene mucha más visibilidad, repercusión e impacto social. Es verdad, somos unos afortunados, hacemos lo que más nos gusta. Pienso que el deporte ayuda, como pocas otras actividades, a crecer con valores y comportamientos que te sirven para cualquier otra cosa que hagas en la vida. Si consigo acercarlo mediante relatos de cosas que me sucedan, explicando el qué y el porqué que hay tras esas situaciones, creo que a los aficionados al deporte les puede gustar y les ayudará a comprender aquello que nos pasa. Espero y deseo que pueda interesarles.
Este es un año muy importante para mí, el de mi retorno a Europa, y quiero compartirlo