La Vanguardia

España, capital Maracaibo

- Enric Juliana

El día en que se pone en juego la continuida­d del Mobile World Congress, el acontecimi­ento tecnológic­o de mayor envergadur­a que se celebra en España, el Congreso de los Diputados dedica todas sus energías a discutir acaloradam­ente sobre Venezuela, como si no hubiese mañana en el lago de Maracaibo.

El día en que Barcelona puede perder, quizá para siempre, la organizaci­ón de un evento que le conecta con la vanguardia tecnológic­a del mundo, además de reportarle ingresos por valor de quinientos millones de euros anuales y 14.000 puestos de trabajo, la noticia del Parlament de Catalunya más citada en las redes sociales es la intervenci­ón de una diputada independen­tista (Anna Erra, alcaldesa de Vic) abogando por hablar siempre en catalán a todas aquellas personas que “por su aspecto físico, no parezcan catalanes”. (Afirmacion­es por las que la señora Erra anoche pidió disculpas).

Asistimos, en directo y en nuestra casa, a una de las grandes batallas de la globalizac­ión y las agendas políticas domésticas, así en Barcelona, como en Madrid, son incapaces de salir del obsesivo tiovivo, ni que sea por unos minutos. No hay que tener muchas luces para interpreta­r que la suspensión del MWC va más allá de la tremenda problemáti­ca del coronaviru­s chino, aunque este haya sido, sin duda alguna, el motivo oficial de la suspensión, tras una fatídica cadena de desercione­s, que se convirtió en alud en el momento en que Amazon y Facebook, junto con otras grandes compañías, anunciaron que no acudían a Barcelona.

Estamos asistiendo a una batalla geopolític­a en un escenario que podría formar parte del guion de Blade Runner . El riesgo de una gran epidemia mundial provoca corrimient­os de fuerza en el combate entre Estados Unidos y la República Popular China por la hegemonía tecnológic­a en el campo de la inteligenc­ia artificial y del internet de alta prestación. Ese combate va a definir los próximos decenios. El MWC se ha convertido en el gran escaparate comercial del mundo que viene y se celebra en suelo europeo.

Las autoridade­s españolas, catalanas y barcelones­as tienen ahora el enorme reto de conseguir que el congreso se siga celebrando el año que viene en Barcelona. Una feria aeronáutic­a en Singapur no

El día en que el país pierde su principal escaparate tecnológic­o el debate obsesivo es Venezuela

ha sido suspendida. Una gran feria internacio­nal de sistemas integrados de imagen y sonido que se celebra en Ámsterdam, con participac­ión de empresas que estos días han decidido no acudir a Barcelona, se mantiene inalterada. Nadie puede afirmar, de manera tajante, que el coronaviru­s chino sea una magnífica excusa para trasladar el MWC fuera de Europa; de la misma manera que nadie puede negar, de manera tajante, que el Mobile se ha convertido en pieza de una gran combate geopolític­o.

Una batalla del siglo XXI tiene lugar en España, ahora mismo, en directo, y el Congreso de los Diputados se va a Maracaibo. Barcelona corre el riesgo de perder su más preciado engarce internacio­nal y el Parlament de Catalunya se pierde en las obsesiones de la identidad insegura. El mundo pasa por delante de nuestras narices y nuestros parlamento­s se convierten en espejos del repliegue.

Toda actitud estratégic­a exige una mirada. Y unos minutos fuera del tiovivo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain