La Antártida supera los 20 grados
La temperatura de la Antártida ha superado los 20 grados centígrados por vez primera desde que existen datos contrastados. Este récord termométrico de 20,75 grados se produjo el pasado 9 de febrero, tres días después de que otra medición récord, de 18,3 grados, alertara a los científicos de la base argentina de Marambio, en la isla Seymour, en el norte antártico. La marca más alta registrada con anterioridad se produjo en el 2015, cuando el mercurio subió hasta los 17,3 grados.
Los datos mencionados, pendientes de verificación, revelan que el calentamiento del continente antártico es una evidencia. Desde hace años hay datos incontestables sobre el aumento de las temperaturas que está afectando de forma muy notable a todo el planeta –y de forma más que preocupante a esta área meridional– y que, según los expertos, demuestran “que algo importante está sucediendo”. Desde el año 1970, la regresión de los glaciares antárticos es un hecho, fenómeno que se ha agudizado desde el 2000 por la subida térmica del agua de los océanos. Los científicos alertan de que un aumento de la temperatura del agua del mar en dos grados sería suficiente para provocar un rápido derretimiento de los hielos, lo que comprometería la situación de la especie humana.
El 2019, que fue el segundo año más caluroso del que se tiene registro (después del 2016, a causa de la influencia global de la corriente del Niño), se produjeron unos niveles de deshielo insólitos. Y el año 2020 ha comenzado con la misma tendencia. Hay que recordar que ahora la Antártida se encuentra en plena estación veraniega, cuando la temperatura promedio es de un grado. El hecho de haber superado los 20, aunque sea de forma esporádica, enciende por tanto todas las alarmas, más cuando los científicos alertan de que el aumento de las temperaturas puede alcanzar de 3 a 5 grados a final de siglo, lo que sin duda sería extremadamente arriesgado.
En todo caso, estos datos del Antártico no hacen más que corroborar el calentamiento de la Tierra, contra el negacionismo que, desde intereses industriales y económicos, sostiene que no se trata más que de un alarmismo irresponsable y busca mantener una niebla paralizante en torno a un hecho científico que se hace cada día más innegable. La regresión de los polos, el aumento de la violencia de los fenómenos atmosféricos –como el que recientemente asoló diversas comarcas de Catalunya en una insólita triple tormenta de agua, viento y olas–, el aumento del nivel de mar que amenaza las costas o el recorte de las estaciones moderadas (primavera y otoño) son la demostración de que el clima está experimentando un cambio que entre todos debemos esforzarnos en frenar, primero, y revertir, después, si aspiramos a que el planeta siga siendo un lugar habitable para la especie humana.
El clima está experimentando un cambio que entre todos debemos
esforzarnos en frenar