Más de 1.700 sanitarios infectados en China por el coronavirus
Estados Unidos ataca ahora a Xi Jinping por “falta de transparencia”
Nuevo encontronazo entre Pekín y Washington a cuenta del coronavirus. Ayer, el director del Consejo Económico Nacional de EE.UU., Larry Kudlow, aseguró que desde el Gobierno estadounidense están “un poco decepcionados por la falta de transparencia de los chinos” respecto a las cifras de muertos y afectados por el nuevo Covid-19. Sus palabras contrastan con los elogios vertidos hasta la fecha por la Organización Mundial de la Salud, que ha felicitado a Pekín por su supuesta transparencia en la gestión de la crisis.
Su comentario se produjo poco después de que las autoridades chinas modificaran la forma en la que contabilizan el número de infectados –lo que el jueves generó una gran confusión por el repentino aumento del número de casos que este cambio provocó– y de que ayer viernes rectificaran el número de muertos.
Según los últimos datos proporcionados por la Comisión Nacional de Sanidad, hasta la fecha se han registrado en China casi 64.000 casos, de los que 55.561 son en la actualidad personas infectadas bajo tratamiento (3.628 más que el día anterior), 7.003 han sido dados de alta y 1.380 han fallecido.
La confusión con este último dato se produjo porque el jueves la cifra de muertos se situó en 1.367 personas, por lo que, si se le agregan los 121 últimos fallecidos reconocidos ayer, la suma total debería ser de 1.488. Sin embargo, la Comisión dijo –sin entrar en muchos detalles– que habían restado 108 fallecidos del total del jueves tras descubrir “estadísticas duplicadas” en la provincia de Hubei, por lo que la cifra final actualizada queda en 1.380 finados (a la que se suman tres más en Hong Kong, Filipinas y Japón).
Además, por primera vez desde que se inició la crisis, las autoridades centrales ofrecieron datos oficiales sobre el número de afectados entre el personal sanitario. De acuerdo con sus cifras, hasta la fecha han resultado infectados por todo el país 1.716 trabajadores de este sector y otros seis han fallecido. Los trabajadores de la provincia de Hubei, epicentro del brote, son los que se llevan la peor parte, ya que esta región acumula a un 87% de los sanitarios contagiados.
Ante estos guarismos, el viceministro de la Comisión Nacional de Salud, Zeng Yixin, advirtió que el número de contagiados entre el personal médico está aumentando y urgió a que se tomen más medidas de protección para un sector que lleva semanas alertando contra la falta de mascarillas y trajes protectores para atender a los pacientes en condiciones seguras. “La labor de los trabajadores médicos en el frente son extremadamente duras; sus circunstancias laborales y de descanso son limitadas; las presiones psicológicas son grandes; y el riesgo de infección es alto”, señaló Zeng.
Mientras tanto, el país sigue redoblando sus esfuerzos para tratar de contener la propagación del virus. En una reunión de altos mandos en Pekín, los funcionarios pidieron que se “adopten medidas de cuarentena y rescate similares a las de Wuhan”, la ciudad de 11 millones que lleva semanas sellada.
En esa línea, en la urbe de Huanggang, una de las más afectadas con más de 2.000 casos y 59 muertos, las autoridades emitieron nuevas medidas de emergencia. Durante las próximas dos semanas, se sellan completamente todas las áreas residenciales y se prohíbe el tráfico de vehículos, excepto los de emergencias, fines médicos u oficiales. Por su parte, el director del hospital Jinyintan de Wuhan, el doctor Zhang Dingyu, pidió a los residentes que se han recuperado del coronavirus que acudan a donar plasma sanguíneo, ya que creen que los anticuerpos que estos sujetos han producido de forma natural podrían usarse para tratar a los pacientes todavía enfermos.
La Comisión Nacional corrige los datos dados desde Hubei aduciendo “estadísticas duplicadas”