Apps de cuarentena
Los negocios, la enseñanza y hasta la sanidad en China han empezado a recurrir de forma masiva a internet para funcionar
Como cientos de profesores en Hong Kong, el madrileño Emilio Navas tenía todo preparado para reanudar sus lecciones una vez finalizaran las vacaciones del año nuevo lunar. Pero cuando la crisis del coronavirus llevó a la suspensión de las clases presenciales, a este profesor de español de la Universidad Baptista no le quedó más remedio que recurrir a las herramientas de enseñanza en línea para seguir con el curso. Un recurso improvisado que vive estos días su particular boom en China en sectores como el educativo, el sanitario o incluso el del ocio.
Para conectar con sus estudiantes, Emilio recurre a la aplicación de videoconferencia Zoom. Él tuvo suerte, porque ya tenía ciertas nociones de cómo manejarla, pero otros profesores más veteranos han tenido serias dificultades para ponerse al día. Y no es el único problema. “Las universidades no tienen un plan de estudios adaptado a este tipo de enseñanza”, señala. “Las clases requieren de mucho más tiempo de preparación, los alumnos se distraen más y apenas hay interacción. Además, en Hong Kong las casas son muy pequeñas, por lo que no es raro que a través de sus micrófonos se cuelen conversaciones de los familiares”.
Al otro lado de la frontera, en la China continental, millones de estudiantes y profesores viven una situación similar. El regreso a las clases físicas para sus 280 millones de alumnos de todos los centros educativos llegará, como pronto, en marzo, pero muchos creen que aún se atrasará más. Ante esta situación, el Ministerio de Educación alentó a las escuelas a usar plataformas en línea para seguir con el curso, y planean lanzar el 17 de febrero un aula virtual en la nube en la que habrá una gama completa de materiales de enseñanza y cursos para estudiantes de diferentes niveles.
Las oficinas han vivido un proceso similar. A medida que el teletrabajo se dispara estos días, los proveedores de servicios en línea y en la nube han registrado un súbito aumento del número de usuarios. Es el caso de Welink, de la tecnológica Huawei, que mostró que el promedio de nuevos usuarios empresariales por día aumentó un 50% la pasada semana.
Ese aumento explosivo del número de usuarios superó a algunas plataformas. Wechat Work, una aplicación de Tencent, ha multiplicado por diez el volumen de servicios, por lo que tuvo que expandir las capacidades del servidor a medida que millones de usuarios inundaban su función de teleconferencia. Mientras, los millones de usuarios corporativos de Dingtalk, una plataforma del gigante del comercio electrónico Alibaba, desencadenó límites en el tráfico de datos, lo que llevó a la firma a reforzar sus servicios con 10.000 nuevos servidores en la nube.
Los hospitales chinos, abrumados por el número de pacientes que acuden a sus centros preocupados por haber contraído el nuevo virus Covid-19, han recurrido en masa a la telemedicina para clasificar a sus pacientes, con firmas como Alibaba o Jd.com ofreciendo servicios de consulta gratuitos a decenas de miles de personas cada día.
Encerrados en casa, bien sea por orden gubernamental o por miedo a contraer el patógeno, miles de ciudadanos también recurren a las grandes plataformas de comida a domicilio en China para alimentarse estos días. E incluso museos y sitios culturales como la Ciudad Prohibida de Pekín o los guerreros de terracota de Xian ha preparado exposiciones online o creado recorridos virtuales.
Esta demanda inesperada de servicios virtuales ya ha tenido su reflejo en el mercado de valores, donde las acciones de las firmas relacionadas con el sector están entre los principales ganadores de los últimos días.
A largo plazo, todavía hay muchas dudas sobre si estas plataformas tienen la capacidad de sustituir a los lugares de trabajo físicos. “Dependerá de la calidad de los servicios y de si las compañías ven incentivos para adoptar el teletrabajo y revolucionar la estructura de sus empresas”, asegura la firma Sinolink Securities.
Los hospitales, saturados de pacientes preocupados por el nuevo virus, recurren a la telemedicina