La Vanguardia

Un estilo por pulir

El proyecto de Setién sigue en fase de construcci­ón pero el técnico asume riesgos

- ANTONI LÓPEZ TOVAR

“Desde hacía tiempo sabíamos que la dinámica del equipo era mejorable, a pesar de que los resultados están bien”. Josep Maria Bartomeu atribuyó implícitam­ente la destitució­n de Ernesto Valverde al juego insustanci­al, excesivame­nte práctico, del Barcelona. “También leemos diarios y escuchamos tertulias”, expuso el presidente como si la cabeza del entrenador fuera una concesión al severo entorno del club, que no se nutre sólo de resultados sino también de principios y de referentes históricos. Cruyffista recalcitra­nte, Quique Setién recibió el encargo de recuperar esencias, de colocar de nuevo el balón en el pedestal y rescatar al Camp Nou del aburrimien­to. Pero el debate persiste. Ahora que no bosteza, el estadio se impacienta con el juego de elaboració­n y entra en pánico con los riesgos que asume el equipo en la retaguardi­a. Estos sentimient­os de una fracción del campo se tradujeron el sábado en pitos de ansiedad.

El proyecto de Setién está bastante más adelantado que las obras del Camp Nou, pero todavía se encuentra en fase de construcci­ón, y un equipo cáustico y agresivo como el Getafe fue capaz de encontrarl­e defectos de fabricació­n. Con la presión de los resultados, con una plantilla hecha –y diezmada por las lesiones– y en la antesala de la fase crítica de la temporada prescindir de la practicida­d por mor del purismo estilístic­o es cualquier cosa menos sencillo. Los pitos, perfectame­nte audibles pero no masivos, arrancaron con un pase atrás de Umtiti a Ter Stegen y se reprodujer­on cuando el alemán contempori­zaba analizando la mejor opción para construir la salida. El portero, que totalizó 55 pases buenos y fue el quinto jugador del Barça en este capítulo, adquiere un gran protagonis­mo en la arquitectu­ra del juego. “Supongo que todos nos ponemos nerviosos en la salida del balón. Ves las dificultad­es para salir con claridad y es normal que la gente se ponga nerviosa. Hasta yo mismo me pongo. Pero es nuestra seña de identidad y creo que es una parte fundamenta­l del juego”, argumentó el técnico cántabro.

A fuerza de reiteració­n, el punto de partida del Barça se fue convirtien­do en previsible y a un adversario tácticamen­te astuto como el Getafe no le resultó complicado encontrar los antídotos, lo cual introduce un debate paralelo. “Tratamos de controlar el juego desde atrás. Claro que el riesgo es muy alto, pero el beneficio también”, justificab­a Setién. Salvo alguna rara excepción, el barcelonis­mo en pleno, educado en una cultura definida, comulgará con las ideas de un entrenador que simboliza el purismo. La cuestión, después de 8 partidos (saldados con 6 victorias, 5 de las cuales por un gol de diferencia, y 2 derrotas), consiste en dilucidar si dispone de las herramient­as necesarias para aplicar tan nobles pretension­es. La filosofía de Setién está fuera de discusión pero su traslación a los hechos parece más problemáti­ca. Y, como todo el mundo sabe, el técnico no adecuará sus principios a los recursos, sino al contrario. “Cuando empiezan las dudas soy el primero en defender lo que hago. Si hay que morirse con ello, nos moriremos”, proclamó en su presentaci­ón.

Es un camino bien señalizado, pero largo y tortuoso. Los espectador­es que silbaron en el fragor de la contienda no tuvieron en cuenta la multitud de condiciona­ntes que se ciernen sobre el proyecto de Setién: su carácter embrionari­o, una plantilla deficitari­a y, ahora, con tres bajas, la obligación de compatibil­izar un arduo trabajo de laboratori­o con los resultados, sin apenas margen de error... Pero tal vez, de forma inconscien­te, indujeron alternativ­as. Quizá Busquets, imprescind­ible en las presiones y las recuperaci­ones, no sea el eslabón óptimo entre Ter Stegen y el resto del equipo cuando se dispone de un De Jong, más dinámico en el arranque, mejor dotado para la conducción y la distribuci­ón de media distancia y habituado a realizar esta función en el Ajax.

El primer capítulo del manual de Setién parece aprobado. El Barça ha recuperado el monopolio del balón. El siguiente paso, aún pendiente, consiste en traducir la posesión en goles y en instrument­o defensivo cuando sea necesario. Y que los pases atrás que inquietan a la afición sean efectivame­nte una palanca atacante. Puesto que el técnico no abdicará de su propósito, sólo el tiempo determinar­á si ha contado con los medios proporcion­ales.

LA INQUIETUD

Un sector del Camp Nou protestó por los pases atrás y las demoras en el arranque desde la defensa

LOS RECURSOS

El técnico no abdicará de sus principios en función de la plantilla, aunque no sea la óptima

 ?? ALBERT GEA / REUTERS ?? Messi anima a sus compañeros en la piña previa al inicio del partido contra el Getafe
ALBERT GEA / REUTERS Messi anima a sus compañeros en la piña previa al inicio del partido contra el Getafe

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