Rusia prohíbe la entrada de chinos por el coronavirus
Muere el director del principal hospital de Wuhan tras infectarse con el Covid-19, que se ceba principalmente en ancianos y enfermos
La OMS se opone a restringir la circulación de personas sanas entre países
“Aún tenemos una oportunidad de prevenir una crisis global más amplia”, sostiene la OMS Ancianos y enfermos son los más vulnerables, según el mayor estudio sobre el Covid-19 Muere el director de un hospital de Wuhan, de 51 años, tras contraer el coronavirus
Rusia anunció ayer que prohíbe la entrada de los ciudadanos chinos en su territorio por el temor de que puedan introducir el nuevo coronavirus Covid-19. También ayer, la muerte del médico Liu Zhiming, de 51 años, director de uno de los hospitales de Wuhan que ha atendido a más pacientes con el virus, confirmó que la infección puede ser letal para personas de mediana edad.
Aun así, la mayoría de complicaciones graves y de muertes se dan en personas ancianas o con enfermedades previas, según el estudio más amplio sobre el Covid-19, basado en datos de 44.000 pacientes hospitalizados en Wuhan y publicado por el Centro de Control de Enfermedades de China.
Mientras tanto, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó en una rueda de prensa telefónica que “aún tenemos una oportunidad de prevenir una crisis global más amplia”.
El número de casos confirmados de la infección ascendió ayer a 75.528 en China, donde se han registrado ya más de 2.000 muertes, según datos oficiales. En el resto del mundo se han registrado 804 casos en 25 países y tres muertes. Más de la mitad de estos casos se han producido en el crucero Diamond Princess, que se encuentra en el puerto de Yokohama (Japón).
Aunque los datos de China “parecen mostrar un descenso de nuevos casos”, lo que podría indicar que la epidemia empieza a remitir en la provincia de Hubei, esta tendencia “debe interpretarse con mucha cautela”, advirtió el director general de la OMS.
En Moscú, el primer ministro, Mijaíl Mishustin, firmó ayer una orden para que se suspenda de forma temporal y a partir del 20 de febrero el permiso para viajar a Rusia de los ciudadanos chinos que vayan al país para trabajar, para estudiar, con fines turísticos o por asuntos personales.
La restricción no afectará, sin embargo, a los pasajeros en tránsito en los aeropuertos rusos, especificó la viceprimera ministra Tatiana Gólikova. La funcionaria subrayó el carácter temporal de la medida.
Del mismo modo, las autoridades rusas ya no aceptan desde hoy ningún documento por parte de los ciudadanos chinos que soliciten entrada en el país con fines laborales. Tampoco emitirán invitaciones con tales efectos.
Estas restricciones son contrarias a las recomendaciones de la OMS, que se opone a “la aplicación de cualquier restricción al tráfico internacional en base a la información actualmente disponible” sobre el coronavirus.
Entre las medidas para combatir la propagación del Covid-19, las autoridades de Moscú ya cerraron el mes pasado la frontera con China en las provincias del Lejano Oriente ruso. También habían introducido limitaciones en los pasos fronterizos con Mongolia para evitar la entrada de ciudadanos chinos.
Los vuelos entre Rusia y China también se cancelaron, a excepción de los que tiene la compañía aérea Aeroflot con Pekín, Shanghai, Ghuanzhou y Hong Kong. Y desde el pasado 3 de febrero no hay comunicación por tren con China.
Además, Rusia evacuó a sus ciudadanos residentes en la provincia de Hubei que así lo desearon. Todos ellos fueron puestos en cuarentena o bajo vigilancia médica.
Rusia es uno de los países a los que ha llegado el nuevo coronavirus, aunque no se ha registrado ningún contagio en el país. Los afectados han sido dos ciudadanos chinos que fueron hospitalizados en las ciudades de Chitá y Tiumén (ambas en Siberia). Ambos se han curado y fueron dados de alta la semana pasada.
La opinión pública de Moscú, sin embargo, sigue alarmada porque ayer se supo que, entre los infectados en el crucero Diamond Princess, en cuarentena en Yokohama,
hay dos ciudadanos rusos.
Con 542 personas infectadas a bordo, sobre un total de 3.700 pasajeros y tripulantes, el Diamond Princess se ha convertido en el mayor brote del coronavirus fuera de China.
También los hospitales se han convertido en focos de transmisión del virus. Según los datos oficiales de China, hasta la semana pasada había más de 1.700 trabajadores sanitarios infectados.
El análisis de 44.000 pacientes de Wuhan ha revelado que el 81% de las infecciones que requieren hospitalización son leves, un 14% son graves y un 5% son críticas. La mortalidad, entre los pacientes hospitalizados en Wuhan, es del 2,3%. Sin embargo, la mortalidad real del virus debe ser inferior ya que muchas de las personas que resultan infectadas tienen síntomas leves y no llegan a ser hospitalizadas.
La mortalidad se concentra en personas de edad avanzada, con un 30% de fallecimientos en la franja de 60 a 70 años, otro 30% en la franja de 70 a 80 y un 20% en mayores de 80. Aun así, hay un 20% de muertes en menores de 60 años.
Un análisis de qué enfermedades preexistentes ponen en riesgo a los pacientes indica que las patologías cardiovasculares están en primer lugar, seguidas de la diabetes, las enfermedades respiratorias crónicas y la hipertensión.