La Vanguardia

El juez pide las cintas de Ábalos con la número dos de Maduro

El Congreso rechaza reprobar a Ábalos y niega una comisión de investigac­ión

- CARLOTA GUINDAL PEDRO VALLÍN

El juez ha pedido a Aena las cintas sobre el encuentro entre el ministro José Luis Ábalos y Delcy Rodríguez, vicepresid­enta de Venezuela, en Barajas. El PP llevó el caso a los tribunales.

Un juzgado de Madrid requirió ayer por la tarde a Aena para que guarde las imágenes del aeropuerto de Barajas grabadas a través del circuito de videovigil­ancia en la madrugada del 20 de enero pasado en las que quedó registrada la entrada de la vicepresid­enta de Venezuela, Delcy Rodríguez. El juez ordena que se preserven las imágenes de su posible acceso a la sala VIP de la terminal de autoridade­s el aeropuerto, donde permaneció hasta que abandonó España en un vuelo comercial con destino a Doha.

Entre tanto, la moción de reprobació­n del ministro de Transporte­s, José Luis Ábalos, presentada por el PP, así como la petición de una comisión de investigac­ión, fracasaba en el Congreso, al negarse a apoyarla los grupos catalanes y vascos, así como los grupos del gobierno de coalición, e incluso la portavoz de Coalición Canarias, Ana Oramas, que propuso una enmienda para que el Gobierno simplement­e comparecie­ra ante la comisión de Secretos Oficiales para dar las explicacio­nes pertinente­s.

El PP presentó por la mañana una petición a un juzgado de Madrid para que se preservara­n estas imágenes, lo que propició la actuación del magistrado, que ordenó la conservaci­ón de estos documentos. En un auto al que ha tenido acceso La Vanguardia, el juez considera que los hechos denunciado­s por el PP tiene tintes delictivos porque la número dos de Nicolás Maduro pudo contraveni­r la decisión de Consejo de la Unión Europea, dado que Rodríguez es una de las 25 dirigentes de la República de Venezuela que tiene prohibido viajar a territorio de la Unió Europea, “lo que incluye tránsitos o escalas en cualquier aeropuerto de la Unión Europea, con obligación de cualquier Estado miembro a adoptar las medidas necesarias para impedir que entren en su territorio o transiten por él”.

Según la resolución judicial, en los hechos denunciado­s por el PP “se desprenden indicios racionales de hecho delictivo”, por lo que procede acceder a lo solicitado.

Asimismo, el juez advierte que pasó la denuncia para informe a la Fiscalía, sin que ayer se hubiera pronunciad­o, por lo que el juez decidió actuar sin esperar su criterio. El PP sólo denunciaba unos hechos sin dirigir el escrito contra nadie, al contrario que Vox, que se querelló ante el Tribunal Supremo contra el ministro Ábalos por reunirse con Rodríguez durante su espera en el aeropuerto.

En el debate parlamenta­rio, tanto la diputada del PP, que defendió la moción reprobator­ia, Marta González, como el de Ciudadanos, Edmundo Bal, repitieron que Venezuela “sí importa, sí nos importa”. González considera que si el PP no actúa, “el Gobierno español abandona a los venezolano­s”, mientras que el diputado naranja expresó su interés por el cumplimien­to de compromiso­s internacio­nales: “Sí nos importa que el ministro mienta, sí nos importa que no quieran esclarecer los hechos con una comisión de investigac­ión y que España sea desleal con la Unión Europea”.

Sin embargo, los grupos catalanes y vascos, criticando la actuación del Gobierno en el asunto –“desastrosa”, según Ferran Bel (Jxcat), “inhábil”, según Aitor Esteban (PNV)–, fueron mucho más duros con la pretensión de emplear el caso de Venezuela por una mera rentabilid­ad de política doméstica.

Tanto Marta Rosique (ERC) como Antón Gómez-reino (UP) incidieron en la doble vara de medir de la derecha española, recordándo­le al PP sus relaciones con regímenes totalitari­os de todo el mundo o su apoyo a los gobiernos de Mauricio Macri en Argentina (Rosique) o Michel Tremer y Jair Bolsonaro en Brasil (Gómez-reino). La diputada republican­a protagoniz­ó un breve momento de tensión al acusar al PP de “asesinar a 15 personas en el Tarajal”. Reconvenid­a por la presidenta Meritxell Batet, Rosique se avino a retirar el cargo de asesinato de las actas, pero el barullo sirvió para ver una escena de tensión entre Batet y la expresiden­ta del Congreso Ana Pastor, que se había levantado como un resorte para protestar a Batet. “¿Puedo ejercer la presidenci­a?”, respondió la presidenta, y Pastor regresó a su escaño.

Con todo, la noticia fue la posición de Oramas, muy sensible a la situación en Venezuela, “la octava isla canaria”. Admitió que la situación protagoniz­ada por Ábalos fue “patética, ridícula y absurda”, pero se negó a reprobarlo y señaló que bastaba con que el Gobierno diera explicacio­nes a puerta cerrada.

El auto recuerda que Delcy Rodríguez no podía pisar suelo europeo y apunta a un “hecho delictivo”

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