Una horrible helada
La señora Sayós d’isern y Àngel Isern participaron en un trabajo sobre inversión térmica en la plana de Vic, entre 1924 y 1925 por el padre de la meteorología catalana, Eduard Fontserè. Vivían en la masía Isern, al norte de Vic. El 26 de febrero de 1924 cayó una nevada general. El día 28 quedó el cielo despejado, registrándose en la masía Isern una mínima de -26,5º. La senyora Sayós calificó la situación de “horrible helada”.