Panamá vuelve a la lista negra de la UE de los paraísos fiscales
Los esfuerzos de España no han servido para mantener a Panamá fuera de la lista negra de paraísos fiscales de la Unión Europea. En enero del 2018, fueron las autoridades españolas las que mediaron en Bruselas a favor del país centroamericano insistiendo en los cambios que estaba introduciendo. Intercedieron y consiguieron sacarlo de la lista negra en la que había sido incluido el mes anterior, pero desde entonces el comportamiento de Panamá no ha sido el que se esperaba, con lo cual, ayer, dos años después, Panamá volvió a entrar en la lista.
Lo certificaron los ministros de Economía de la UE en la revisión de lo que técnicamente denominan “jurisdicciones no cooperativas en materia fiscal”, lo que en castellano llano son paraísos fiscales. Penalizaron a Panamá porque el Foro Global sobre Transparencia e Intercambio de Información Tributaria de la OCDE no le ha dado todavía la calificación de país cumplidor.
La primera lista negra de la UE se creó en diciembre del 2017, a raíz de escándalos como los papeles de Panamá. Se incluyó a Panamá, pero un mes más tarde la UE lo sacó después de que se comprometiera a acometer los cambios necesarios. Sin embargo, ahora se ha comprobado que no cumple como se esperaba.
Junto a Panamá, entran en la lista negra otros tres países, las Islas Caimán, Palau y Seychelles, que se suman a los que ya formaban parte de ella: Samoa, Fiji, Guam, Omán, Samoa, Trinidad y Tobago, Islas Vírgenes estadounidenses y Vanuatu.
La UE también actualizó la lista gris, donde están los países que aun sin cumplir, van camino de conseguirlo. Ahí está Turquía, que se ha salvado de ir a la lista negra, pero con la advertencia de que a final de año debe aplicar los acuerdos de intercambio automático de información o pasará a ser paraíso fiscal.