“Las mujeres nos autoexcluimos”
Eli Abad, socia fundadora de Between Technology, está especializada en captación de talento y muy concienciada con el aumento del número de mujeres en el sector tecnológico.
¿Por qué las chicas no quieren estudiar carreras STEM?
¿No quieren o el entorno (familiares, profesores, películas, publicidad, redes sociales, etc.) les ha condicionado para creer que no se les darán bien o no serán felices con las STEM? Yo creo que lo segundo.
¿Y se autolimitan?
Si, pero no es una cuestión genética. Esta autolimitación no está sustentada por una menor capacidad para las tecnologías que los varones. Podemos hacernos una idea muy clara de cómo se construye esta autolimitación en nuestras mentes con el libro Las mujeres
no se atreven a pedir, de Linda Babcock y Sara Laschever, en el que las autoras explican cómo condicionamos educacionalmente a niños y niñas a causa de los sesgos inconscientes de los adultos y perpetuamos los patrones sexistas tanto en preferencias de estudios y profesiones como en capacidad negociadora.
¿Es posible cambiar esta realidad?
Hay que actuar desde niñas, educándolas para ser valientes (en lugar de perfectas), explicándoles todas las posibilidades que tienen en la tecnología y dándoles a conocer referentes femeninos. Pero para conseguir que esto sea efectivo necesitamos trabajar también con los sesgos inconscientes de los adultos que forman el entorno de las niñas, tanto padres como profesores, para que puedan contrarrestar la odiosa publicidad sexista que nos rodea.
¿Faltan referentes femeninos?
Hace años cuando me decían que “hay muy pocos referentes femeninos” en tecnología me lo creía, pero gracias a Nuria Salan y su ponencia sobre el ingenio (in)visible conocí a muchas mujeres que inventaron tecnologías que usamos cada día, como Hedy Lamarr, inventora de las conexiones wireless. También se pueden encontrar a muchas mujeres de ciencia y tecnología en la web de @mujeresconciencia. Ahora sé que “haberlas, hay las”, pero no se les ha dado difusión, ni en libros de texto, ni en películas ni en series.
Sólo el 18% de trabajadores del sector tecnológico son mujeres...
Sí, por lo mismo que hay pocas estudiantes en ingenierías: nuestro condicionamiento educacional nos ha generado sesgos inconscientes y acabamos creyendo que no vamos a ser felices en este sector, y es paradójico porque es donde más posibilidades tendremos de ganarnos bien la vida y tener independencia económica.
¿Las empresas tecnológicas son atractivas para las trabajadoras?
La fuerte demanda de talento tecnológico ha hecho que las empresas compitamos por los mismos candidatos y esto ha favorecido la atracción de talento femeninos. Esto ha generado una pequeña mejora, pero aún nos queda camino en mejorar la publicación de las ofertas de empleo, no solo en utilizar lenguaje no sexista, sino en diferenciar requisitos de aspectos que se valorarán. Según un estudio de HP, los hombres aplican a una oferta a la que cumplen con el 60% de requisitos y las mujeres no lo hacemos hasta que cumplimos con el 100%. Este sesgo hace que nos autoexcluyamos por ser excesivamente autoexigentes.
¿Qué deben hacer las empresas para evitar sesgos?
Se debe hacer mucha formación y sensibilizar sobre los sesgos de género inconscientes en la plantilla, sobre todo en las posiciones de management y reclutamiento para evitar limitar a las empleadas y entre las mujeres de la empresa para evitar que se autolimiten. La formación sola no cambiará de golpe las conductas, pero si nos hará dudar de algunas decisiones: ¿Estoy siendo justa/o o me está condicionando tal o cual sesgo? Es un buen principio.
"Hay que educar a las niñas para ser valientes (en lugar de perfectas)..." "... y necesitamos trabajar con los sesgos inconscientes de los adultos"