La política migratoria causa el primer choque dentro del Gobierno
Primer choque de la coalición por la política migratoria
La pretensión del Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-marlaska, de endurecer las condiciones para el derecho de asilo causó ayer el primer choque en el Gobierno de coalición. Podemos impugnó el borrador de trabajo de Interior.
Unidas Podemos puso ayer pie en pared ante la filtración de un borrador del Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-marlaska, en el que se endurecen las condiciones para acceder al derecho de asilo y refugio y se eliminan cautelas en la gestión de esas solicitudes. “Es contrario a lo que figura en el acuerdo de gobierno de coalición”, señala el grupo confederal.
Es el primer choque serio entre los dos socios de coalición, y la reacción de los morados provocó que el propio ministerio acabara recogiendo manguera y negando trascendencia al borrador, que califica como un documento técnico que no había sido revisado por ningún alto cargo del departamento y que fue elaborado como documento de trabajo antes del pacto de coalición alcanzado el 12 de noviembre, 36 horas después de cerrarse las urnas.
Sin embargo, la tensión viene de antes. El ministro del Interior es el más conservador del Ejecutivo en lo relativo a sus posiciones sobre las políticas migratorias y así se manifestó en una reunión en la Moncloa el viernes, en la que estaban presentes, entre otros, los vicepresidentes Carmen Calvo y Pablo Iglesias. La reunión valoraba el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que da cobertura legal a las “devoluciones en caliente”.
Esa discrepancia con el ministro del Interior volvió a asomar las orejas el lunes en la comisión de Interior del Congreso, en la que Grande-marlaska elogió el fallo del TEDH. El diputado Enrique Santiago, secretario general del PCE, le expresó entonces su convencimiento –es decir, le presionaba de forma sutil– de que la política de asilo española mejoraría los estándares de protección de derechos humanos, tal como establece el pacto de gobierno. Sin embargo, ayer, la filtración del borrador de Interior, en el diario El País, en el que se elimina la comisión in ter ministerial de asilo y refugio, encargada de informar las solicitudes –es decir se aparta a los ministerios de Igualdad, Exteriores, Justicia e Inclusión, Seguridad Social y Migraciones–, además de endurecerse los requisitos para esas solicitudes, activó las alarmas en Unidas Podemos.
Fuentes del grupo confederal expresan su deseo de que “Interior aclare cuanto antes el malentendido”, y son muy explícitas: “Endurecer la ley contra las personas que vienen a trabajar a nuestro país huyendo del hambre y de la guerra o elogiar sentencias que avalan la violación de sus derechos humanos no sólo es lo contrario de lo que figura en el acuerdo de gobierno, es además lo contrario de lo que desean la inmensa mayoría de los votantes del PSOE y de Unidas Podemos”. Para los morados, migración y derechos humanos no son un mero asunto más. Es casus belli.