Isabelle Guyon
Científica de datos
Isabelle Guyon, Bernhard Schölkopf y Vladimir Vapnik han sido galardonados con el premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA por impulsar la inteligencia artificial al enseñar a las máquinas a clasificar datos.
Los científicos Isabelle Guyon, Bernhard Schölkopf y Vladimir Vapnik fueron galardonados ayer con el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación. En su duodécima edición, la Fundación BBVA, que busca fomentar la investigación científica, la creación cultural y reconocer el talento, ha decidido galardonar a tres grandes pioneros de la inteligencia artificial que han impulsado esta nueva tecnología enseñando a las máquinas la habilidad humana de clasificar datos.
Los premiados han conseguido que los ordenadores sean capaces de reconocer patrones en grandes cantidades de datos para después clasificarlos en diversas categorías. Este método está contribuyendo en múltiples disciplinas, “transformando nuestro mundo cotidiano, mejorando campos tan diversos como el diagnóstico médico, la visión por ordenador, el procesamiento del lenguaje natural y la vigilancia del cambio climático” señaló el jurado.
Las máquinas, que aprenden a partir de múltiples ejemplos, son capaces de reconocer desde la voz y la escritura hasta rostros. El siguiente paso, en el que continúan investigando Guyon y Schölkopf, será conseguir que los ordenadores no solo identifiquen las correlaciones estadísticas en un bosque de datos sino que además detecten las relaciones de causalidad. Esto permitiría determinar, por ejemplo, si una mutación genética es la causa de un cáncer o una consecuencia.
La investigación en las relaciones de causalidad ha conducido al hallazgo de 21 planetas extrasolares, uno de los cuales cuenta con una atmósfera en la que, por primera vez, se han hallado indicios de vapor de agua.
“La máquina ya ha sobrepasado al humano en el reconocimiento de muchos patrones” afirmó Vapnik “pero la inteligencia es mucho más que eso”. Schölkopf, por su parte, coincidió en que “todavía estamos muy lejos de que una máquina sea más inteligente que el ser humano” y no cree que esta capacidad para reconocer patrones “realmente deba definirse como inteligencia”, ya que “se trata, más bien, de la competencia en una tarea limitada muy concreta”.
“Vapnik, Guyon y Schölkopf han llevado a cabo de manera conjunta una investigación que trasciende las fronteras tradicionales de las ciencias de la computación, y merecen figurar entre los innovadores de mayor impacto a escala mundial”, añadió el acta del jurado.