El senado de Utah despenaliza la poligamia
El matrimonio plural será castigado sólo como infracción
Hay canales de televisión por cable en Estados Unidos que emiten programas nocturnos sobre eso que ahora se llama poliamor.
En esos shows queda patente que en la actualidad se prodigan los que han trascendido a la pareja como forma estable de convivencia –dicen que el dúo está obsoleto– y que la cuestión puede ser algo abierto a más de dos.
Esto que queda tan progresista en ciertos sectores, es algo que hace un par de siglos los mormones pusieron en práctica, con la bendición de su Dios y de Joseph Smith, su visionario profeta y fundador del credo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Su postulado en defensa de la poligamia les llevó a ser perseguidos y, una vez que la corriente principal renunció a ese principio, se produjeron escisiones de ortodoxos que no querían traicionar a su profeta.
Los oficialistas tienen su vaticano en Salt Lake City, la capital de Utah, donde se asentaron en 1847. Son muy poderosos. Que los tiempos han cambiado es un aroma que ha llegado al Senado del estado, que ha votado de manera unánime a favor de descriminalizar la poligamia entre adultos, siempre que sea consentida. Esto reduce el castigo para los practicantes con profundas raíces religiosas en un estado donde predominan los mormones.
La propuesta tratará la ofensa de un matrimonio plural como una simple infracción, comparable a una falta de tráfico. Superado con éxito el trámite del Senado,
controlado por los republicanos y con un resultado de 29-0, ahora lo han enviado a la cámara de representantes, donde es posible algo más de resistencia, pero no se prevé un descarrilamiento.
La poligamia, por lo general, implica a un hombre que convive en matrimonio con más de una esposa. Tal como se halla la legislación, esto se encuentra tipificado como “delito grave en tercer grado”, con una pena de hasta cinco años de cárcel.
Si la propuesta de despenalización se acaba imponiendo, el castigo se limitará a una multa máxima de 750 dólares y la prestación de servicios a la comunidad.
El delito se mantendrá para los tramposos y la considerada poligamia fraudulenta. Esto consiste en conseguir la licencia para casarse con otra mujer sin su autorización o buscar captar a una menor sin consentimiento.
Una mujer, la senadora republicana Deidre Henderson, es la principal promotora de esta reforma, la medida SB 102. En su exposición, la legisladora insistió en que no se trata de legalizar la poligamia sino de rebajar las sanciones. De esta manera, los que son víctimas en comunidades polígamas no deberán sentir miedo a ser acusados si acuden a la policía a denunciar otros delitos.
“Los individuos malos continuarán siendo castigados bajo la legislación promovida por Henderson”, subrayó el líder de la mayoría conservadora. Los críticos lamentan que la iniciativa erróneamente enmarca la poligamia como un derecho humano.
Los mormones fundamentalistas se calculan en unos 30.000 en el entorno de Utah. A pesar del castigo penal, no han dejado de practicar la poligamia, circunstancia que les conecta con los orígenes: son perseguidos como lo fueron los fundadores. Según Henderson, “la solución al problema es fomentar la integración a la sociedad y esto sólo se puede lograr descriminalizando”.
Los mormones fundamentalistas se calculan en torno a unos 30.000 repartidos en este estado