“El proceso participativo es un ejercicio de democracia directa”

La ciudadanía aporta ideas y vota, pero también debe ponerse en la piel de los que dirigen la ciudad.

Sí, el proceso participativo es un ejercicio de democracia directa donde el ciudadano propone los proyectos y los vota, lo que consideramos que enriquece la democracia. Tal y como se ha planteado, en la fase de votación no se trata estrictamente de ejercer el voto, sino de que cada persona dispone de una cantidad de dinero y lo asignará a diferentes proyectos teniendo presente su coste. Debe priorizar, ya que, como casi siempre, los recursos son limitados.

¿Qué tipo de proyectos pueden presentarse?

Proyectos de inversión para crear cosas nuevas o mantener infraestructuras materiales o inmateriales –como la informática–, que quedan para la ciudad.

Ponga ejemplos.

Desde un parque infantil en una zona verde a una aula de informática en un centro cívico... En definitiva, mejoras de equipamientos existentes, del espacio público, o proyectos tecnológicos, herramientas de gestión, apps, etc. Hay ejemplos en decidim.barcelona, pero apostamos por la creatividad ciudadana, porque es el vecindario quien conoce el barrio y sus necesidades.

¿Qué documentación hay que aportar para presentar una propuesta?

Proporcionamos una plantilla donde pedimos requisitos como, por ejemplo, el valor aproximado del proyecto. No exigimos que nos digan cuánto costará, ya que la valoración económica la haremos nosotros. También les acompañamos para garantizar que sus propuestas estén bien explicadas.

¿Cuántas propuestas han recibido?

Nos llegan entre 30 y 40 proyectos diarios, presentados presencialmente o en la plataforma. La primera semana ya superamos los 220 proyectos, lo que consideramos que fue un muy buen comienzo. No podemos hacer una previsión del resultado final, pero al ritmo actual y teniendo en cuenta otras experiencias similares de otros municipios y ciudades, podemos llegar a tener más de dos mil proyectos.

¿Qué proyectos se han presentado?

Los temas que marcan la agenda de la ciudad tienen mucho peso. Por ejemplo, los carriles bici, las supermanzanas, las zonas verdes, la movilidad sostenible... que están muy relacionados con la crisis climática, uno de los problemas en que más está trabajando Barcelona. También hay propuestas vinculadas a necesidades específicas de cada distrito y hay quien pide una pista de petanca cubierta o un campo de críquet.

¿Deben presentarse en línea?

No, no es necesario. Puede ser presencial. No se excluye a nadie que no esté acostumbrado a las nuevas tecnologías o que no tenga acceso a internet.

¿Está previsto un seguimiento y la posterior rendición de cuentas?

Sí, después de la votación se establecerá una comisión de impulso de los proyectos y se invitará a los promotores a participar.en su seguimiento. Además,

decidim.barcelona permite seguir la ejecución de los proyectos.

¿Qué han aprendido de otras ciudades con presupuestos participativos?

De ciudades grandes como Nueva York, París, Madrid... hemos aprendido que al impulsar este tipo de participacion involucras a mucha gente porque es ella quien decide qué quiere en su barrio y cómo. En cuanto a las ciudades pequeñas... decidim.barcelona se creó en 2016 con software libre, con una prueba en los distritos de Gràcia y Eixample. Hoy se ha extendido a más de 80 ciudades de 20 países. Otras poblaciones han impulsado presupuestos participativos utilizando nuestra tecnología, lo que nos ha permitido conocer su experiencia y anticipar problemas.