Barcelona tramita la nueva tasa de residuos
Los habitantes de Barcelona también tributarán por la generación de residuos, una tasa habitual en otros municipios catalanes –conocido popularmente como impuesto de basuras–, que en la capital catalana no se aplica, pero que ayer obtuvo luz verde en la comisión de Economía y Hacienda de cara a su aprobación de manera definitiva en el pleno de este mes.
El nuevo impuesto, que se podría comenzar a aplicar el próximo mes de junio, se pudo aprobar después de que el gobierno sociocomún recibiera el apoyo de ERC. El resto de partidos de la oposición votaron en contra.
La tasa supondrá para la mayoría de los hogares de la capital catalana un nuevo desembolso de entre 27 y 51 euros anuales, aunque habrá bonificaciones, tanto para situaciones de vulnerabilidad como para todas aquellas personas que utilicen los puntos de reciclaje, fijos y móviles, de la ciudad (se podrá llegar hasta un máximo del 14% de la cuota de la tasa).
El Consistorio espera ingresar unos 41 millones de euros anuales y se vinculará al recibo del agua, ya que se tomará el consumo como referencia, al menos, de manera inicial. La idea es que finalmente se pague en función de lo que se recicle y para ello será clave la instalación de contenedores inteligentes, algo que se contempla dentro de la nueva contrata de basuras.
“Que el recibo sea claro, que avancemos lo máximo posible en la individualización”, señaló el portavoz de ERC, Jordi Coronas. “La idea ha de ser salvar el planeta y no los presupuestos”, criticó la líder de Jxcat, Elsa Artadi. “Es una tasa muy mal pensada”, aseguró la presidenta del grupo municipal de Ciudadanos, Luz Guilarte. “Trabajamos una propuesta inicial que incluirá bonificaciones, que tendrá un sistema más justo de recaudación”, defendió el concejal de Ecologia, Eloi Badia.