Huida desesperada
Queen & Slim
Dirección: Melina Matsoukas Intérpretes: Daniel Kaluuya, Jodie Turner-smith, Bokeem Woodbine, Chloë Sevigny Producción: EE.UU., 2019. 132 minutos. Drama
Existe una muy sólida tradición en el cine americano de películas de parejas jóvenes que huyen de la ley en automóvil y recorren kilómetros de carretera con destino incierto, hasta un desenlace sistemáticamente puntuado por la tragedia. Es, antes que melodrama o thriller, cine social: han cometido un delito más o menos grave, pero no son culpables, lo es la sociedad que los ha desplazado. Ya Fritz Lang en 1937 realizó una pieza maestra de la modalidad, Sólo se vive una vez. Otro gigante, Nicholas Ray, descorchó su filmografía con la magnífica Los amantes de la noche, que Robert Altman reformuló con talento, años después, en Thieves like us. Hay un puñado de títulos notables cortados por este patrón, entre ellos Loca evasión, el primer largometraje para cine de Steven Spielberg.
Algo de Loca evasión corre por las venas de Queen & Slim, en tanto que, en su desesperada huida, los protagonistas son saludados, aplaudidos por los ciudadanos (de su color: son afroamericanos) como verdaderos héroes porque el muchacho ahora perseguido mató al policía blanco y despiadado que los detuvo por una nimiedad y ese mismo policía ya había matado antes, sin razón alguna, a una chica negra, y seguía patrullando tranquilamente. Aunque en algún momento se los compara con Bonnie y Clyde, no hay en ellos instintos asesinos ni ningún grado de maldad, y ya se encarga la película, programáticamente, de que siempre estemos de su lado. No es una obra original, pero está ejecutada con una voluntad de estilo apreciable. De larga trayectoria en el campo del videoclip (Rihanna, Beyoncé, Lady Gaga…), Melina Matsoukas lo demuestra ya en sus dos primeras escenas (la del restaurante y la del incidente con el policía) cuidando mucho los encuadres y la pausada respiración de los tiempos narrativos, que a veces (la escena del garaje) jugará en su contra. Lo mejor es sin embargo la descripción del corazón negro de América, el profundo Sur; ahí consigue Matsoukas una real atmósfera, un ambiente y un tono muy personales, además de verosímiles.