La UE impulsará el gasto público si es preciso
Bruselas flexibilizará los objetivos de déficit de los estados
Bruselas reconoce que pecó de optimista en sus cálculos y que el impacto económico del coronavirus será peor del previsto. “Nuestra previsión de una recuperación en forma de V, con caída y recuperación muy rápida, no está garantizada y parece demasiada optimista”, dijo ayer el comisario de Economía, Paolo Gentiloni. Las cosas van a peor, el virus se expande, y además de haber registrado 2.100 casos en 18 de los 27 países de la UE, también el crecimiento de la economía se está convirtiendo en un damnificado colateral.
Es aún demasiado pronto para un cálculo exacto de las consecuencias económicas del coronavirus, pero Bruselas cita lo obvio. El transporte, el turismo y los fabricantes de coches son los sectores que están resultando más afectados, aunque el impacto no se queda ahí. Hay efectos añadidos por problemas en las cadenas de suministro y en las importaciones de materias primas de China. “Que sea demasiado pronto para medir el impacto de este riesgo no significa que podamos minimizarlo”, dijo el comisario europeo.
Visto el agravamiento del diagnóstico, la respuesta será intentar proteger el crecimiento en la zona euro, que hasta ahora estaba fijado en el 1,2% para este año, según los cálculos de Bruselas. “La UE está preparada para utilizar todas las opciones políticas disponibles cuando sean necesarias para preservar nuestro crecimiento”, anunció Gentiloni, enviando un mensaje general, aunque sin querer entrar a detallar los planes que seguirán. Se tratará de actuar en dos campos muy relacionados. Uno es el de inversiones adicionales que pueden adoptar los gobiernos tanto para cubrir los gastos de la crisis como para reanimar la economía. En segundo lugar, la disposición de Bruselas a ofrecer flexibilidad en la supervisión de los déficits.
En todo caso, sí que dio algunas pistas. De entrada, que se buscará una “respuesta fiscal coordinada” y que “tendrá que llegar en el momento oportuno, ni muy pronto ni demasiado tarde”, según el comisario europeo. Esta respuesta es la que empezarán a discutir mañana los ministros del Eurogrupo, en una teleconferencia organizada de urgencia para coordinar las medidas a adoptar. Al mismo tiempo, el comisario Gentiloni subrayó que un margen de flexibilidad en el control de los déficits de los países está asegurado. Lo dijo en general y también refiriéndose específicamente a Italia, el país de la UE más afectado y que ha anunciado inversiones extras para afrontar el impacto económico del virus.
“Es una respuesta proporcionada a la emergencia”, dijo en relación a los 3.600 millones de euros de estímulos previstos por el Gobierno italiano para contrarrestar el impacto del coronavirus. Y añadió que “considerarán las peticiones italianas, que se basan en estas circunstancias extraordinarias y lo consideraremos en un espíritu de solidaridad y de comprensión de la situación.”
El pacto de estabilidad y crecimiento, que fija las reglas para la supervisión del déficit y la deuda de los países de la eurozona, permite flexibilizar las normas en caso de “acontecimientos extraordinarios fuera del control del estado miembro afectado y que tenga un impacto mayor en su posición financiera”. En estas ocasiones, se le puede permitir a un país una desviación temporal de la senda de ajuste hacia los objetivos fijados.
En el caso italiano, los números no son muy boyantes, con un déficit del 2,2% y, lo que es peor, una deuda del 136%. En definitiva, más tiempo, más margen para cumplir con los compromisos. En este caso concreto, las señales que envía Bruselas a Roma son que hay vía libre para este gasto.
EL RECONOCIMIENTO “Nuestra previsión de recuperación rápida parece demasiado optimista”
ITALIA GASTA 3.600 MILLONES “Es una respuesta proporcional a la emergencia”, dice el comisario Gentiloni