El PNV afea a Podemos que busque un pacto de izquierdas para desbancarlo
El partido nacionalista recuerda que Iglesias es vicepresidente gracias a sus votos
Sabin Etxea ve claro el escenario tras el paso por las urnas del próximo 5 de abril. El PNV apuesta por reeditar la fórmula de coalición con los socialistas vascos para volver a conformar Ejecutivo, una ecuación avalada por todas las encuestas que, hasta ahora, le otorgan a la suma la mayoría absoluta. La otra opción es la que propone Podemos, que insiste en que su objetivo es conformar una alternativa de izquierdas junto a EH Bildu y PSE. Los vasos comunicantes de Madrid juegan un papel fundamental.
“El pacto de Gobierno –aseguró ayer el portavoz del PNV, Aitor Esteban– ha funcionado razonablemente bien, sería lógico que continuara”. El de los jeltzales, sin embargo, no es el único ofrecimiento que han recibido en el PSE. La nueva candidata de Podemos, Miren Gorrotxategi, cercana a Pablo Iglesias y que desbancó en las primarias a la designada por la dirección autonómica, que después dimitió en bloque, ha hecho bandera de la construcción de un ejecutivo vasco de izquierdas que rompa con la hegemonía del PNV. “Los votos que vayan a Elkarrekin Podemos servirán para llegar a un gobierno tripartito en Euskadi”, indicó ayer.
Preguntada por si la situación en el Congreso, con los jeltzales como soporte preferencial del Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, resta credibilidad a su intento, Gorrotxategi insistió en que no. Según ha reiteró, le planteó la posibilidad a Iglesias y este le dijo que “no hay problema”. Así, tendría las manos libres para intentar desalojar al PNV de Ajuria Enea.
A pesar de ese visto bueno, el Gobierno de PSOE y Podemos quedaría en una situación de fragilidad extrema si el PNV, como previsible vendetta a ese hipotético descabalgue en Euskadi, decidiera retirarle su apoyo. Los presupuestos serían la primera piedra de toque. Ayer mismo, Esteban lanzó una advertencia cristalina a la “curiosa” propuesta de Gorrotxategi de conformar un ejecutivo vasco con EH Bildu y PSE cuando Podemos “tiene un vicepresidente y varios ministros porque el PNV votó que sí (a la investidura de Sánchez)”. “Es curioso que diga que hay que hacer un gobierno de izquierdas como en España; no sé, igual está por arte de magia ese Gobierno (central) ahí”, reiteró.
El enlace Madrid-vitoria quedó patente con el apoyo de los morados a los presupuestos del lehendakari Iñigo Urkullu, permitiendo su aprobación, a la vez que los jeltzales daban luz verde a la suma Sánchez-iglesias. Por otro lado, el éxito de la alternativa de Gorrotxategi dependería de otros factores que embarran aún más la propuesta. El primero, que los socialistas vascos estén dispuestos a abandonar su cómoda posición de gobierno junto al PNV, una ecuación a la que la última encuesta le otorga una clara mayoría absoluta con entre 42 y 45 escaños sobre 75. Asimismo, el PSE estaría condicionado por la situación de Madrid como Podemos. Es difícil pensar que Ferraz autorizaría el movimiento con lo que se juega en el Congreso.
Otro aspecto crucial sería la posición de EH Bildu. Al hablar de ese gobierno de izquierdas, Gorrotxategi se señaló a ella misma como lehendakari, una cesión casi imposible de aceptar por la izquierda abertzale, segunda fuerza en la Cámara vasca y que, salvo sorpresa mayúscula, repetirá con holgura dicho escalafón el 5 de abril.
Los morados plantean a PSE y Bildu un tripartito para desalojar a los ‘jeltzales’ del Gobierno vasco