Un barco con 3.500 pasajeros, varado sin tocar la costa de San Francisco
El coronavirus se ha cobrado once muertos en Estados Unidos y se sigue extendiendo –más de 215 casos en 18 estados–, a pesar de la falta de dispositivos para hacer los tests. California se halla en estado de emergencia, con un crucero de 3.500 personas en cuarentena dentro del barco, sin tocar tierra, y 20.000 estudiantes del área de Seattle, el gran foco de mortalidad –diez fallecidos–, se quedarán en casa dos semanas.
Y el presidente Donald Trump causa sonrojo. Trump, que en más de una ocasión ha dicho que de guerra sabe más que sus generales –y eso que se escaqueó de Vietnam–, no se cree la evaluación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que sitúa en el 3,4% el índice de mortalidad.
“Pienso que el 3,4% es realmente un número falso”, afirmó en una entrevista en la Fox.
“Es una corazonada, basada en muchas conversaciones... muchos afectados son muy suaves, mejoran rápido, ni siquiera van a ver al médico, ni lo llaman”, dijo.
Más preocupado por la caída de la bolsa desde que irrumpió este brote, sus socios republicanos parecen estar más intranquilos. Las dos cámaras del Congreso han aprobado una ayuda de 7.400 millones de euros para combatir el brote. Sólo falta la firma de Trump, que ha garantizado, pese a ser una suma superior a los 2.200 millones que propuso.
También los responsables sanitarios de su administración expresan su temor por una mayor propagación. La prueba es la cuarentena decretada en un crucero, el Grand Princess, que afecta a 3.500 personas. El barco regresaba de Hawái y tenía su destino en San Francisco. El crucero se halla varado en la bahía. Desde helicópteros se facilitaba el material para los tests. “El barco no se acercará a la costa hasta que los pasajeros sean evaluados de manera apropiada”, dijo este jueves el gobernador de California, Gavin Newsom. La medida se adoptó al saberse que el paciente que murió en Sacramento había viajado en ese mismo buque el pasado mes. En este nuevo trayecto, unas 100 personas han mostrado síntomas, sin que se hubiera confirmado ningún positivo.
California es el segundo punto álgido por detrás del estado de Washington. Kirkland, suburbio de Seattle, es el punto clave, en concreto una residencia de ancianos a la que se vinculan ocho fallecidos. Entre tanto, los positivos en Nueva York ya suben a 22. Salvo un par, todos están vinculados a un abogado que se halla ingresado en un hospital.