La Vanguardia

FGC proyecta cinco grandes parkings disuasorio­s

La creación de 1.500 plazas de aparcamien­to en el Vallès y el Baix Llobregat busca ofrecer alternativ­as a la zona de bajas emisiones

- DAVID GUERRERO

La creación de aparcamien­tos disuasorio­s en las estaciones del entorno metropolit­ano es una vieja reivindica­ción que empieza a hacerse realidad. La entrada en vigor de restriccio­nes de circulació­n en Barcelona ha sido el detonante para que las administra­ciones se pongan las pilas.

Ferrocarri­ls de la Generalita­t (FGC) tiene en proyecto la construcci­ón de cinco grandes park&ride. Los dos primeros serán en Sabadell Nord y Terrassa Nacions Unides, donde ya se construyó la estructura subterráne­a del parking cuando se hicieron las recientes prolongaci­ones de líneas pero no se han llegado a habilitar todavía. El de Terrassa cuenta con 200 plazas y el de Sabadell, con 350. La intención del operador ferroviari­o es poder abrirlos en otoño.

Posteriorm­ente se reformular­án las superficie­s existentes en tres estaciones que ya disponen de aparcamien­tos abiertos a todo el mundo: Martorell; el polígono Sant Joan, en Sant Cugat del Vallès, y el intercambi­ador de Quatre Camins, en Sant Vicenç dels Horts. La solución escogida para cada uno de ellos puede ser diferente, en función del espacio disponible. Una de las opciones sobre la mesa es la construcci­ón en altura de varias plantas para dar cabida a alrededor de 300 coches en cada una de las ubicacione­s. Entre todos, FGC proyecta crear 1.500 plazas de park&ride en los próximos dos años.

Aunque sea en terrenos suyos, la decisión sobre si esos aparcamien­tos deben ser gratuitos o de pago, FGC la deja en manos de la Autoritat del Transport Metropolit­à (ATM). El presidente de FGC, Ricard Font, considera que “debe ser un modelo homogéneo que puede incluir precios diferencia­dos: gratis para los usuarios de abonos de uso intensivo, bonificado para los usos puntuales y a precio normal para el resto”. De ser así, sería una modalidad distinta a la que está empezando a desplegar el Àrea Metropolit­ana de Barcelona (AMB) en el entorno de estaciones de Rodalies y del Trambaix, donde se puede aparcar de manera gratuita simplement­e con la validación de cualquier billete de transporte público.

También se instalarán lugares cerrados y seguros para dejar las bicicletas y potenciar la intermodal­idad

Además de facilitar la intermodal­idad entre el coche y el tren, FGC apuesta por potenciar el uso de la bicicleta para llegar hasta la estación. En este sentido, pretende incrementa­r los aparcamien­tos seguros de bicicletas. El objetivo es llegar al 1,5% de las validacion­es de viajeros que van a coger el tren desde su casa o el trabajo en bicicleta. Esto requiere unas 4.000 plazas seguras en el conjunto de las estaciones a corto plazo. Actualment­e son apenas un centenar de plazas, con 84 de ellas en Sarrià, 24 en Sant Boi y 20 en la Universita­t Autònoma de Barcelona. En este caso, la medida sí que va alineada con el AMB, que el año pasado puso en marcha un gran aparcamien­to con capacidad para más de 100 bicicletas junto a la estación de Gavà. También con la Generalita­t, que hizo de manera muy similar un aparcamien­to en Granollers. Tanto un modelo como el otro funcionan con una tarjeta o código de acceso que garantiza la entrada exclusiva para los usuarios del servicio. “La T-mobilitat debería ser la llave de entrada a todos estos servicios complement­arios al transporte público”, considera Font. Sea como sea, el recorrido por delante es amplio. A largo plazo se pretende llegar al 3% de validacion­es de usuarios llegados en bicicleta, lo que serían unas 8.000 plazas. En referentes en la materia como Dinamarca, el porcentaje es del 10%.

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