El Govern busca un operador privado para abrir la Foneria
El president Torra dice que la adjudicación será a finales de año y que el uso del espacio será “cultural en sentido amplio”
Antes de que acabe este año la Generalitat espera hacer una concesión administrativa de la Foneria, el edificio que está en el número 2 de la Rambla, y que compró en el año 2003 a su anterior propietario, el Ministerio de Defensa, por tres millones de euros. Una concesión que obligará al promotor que gane el concurso público a que se haga cargo de la rehabilitación del inmueble –coste que la Generalitat ayer no cuantificó– y que lo destine a un uso cultural. Eso sí, “en un sentido amplio”, según dijo el president Quim Torra, que fue quien anunció los planes para el inmueble, que data de 1777, y que lleva casi dos décadas cerrado.
“Queremos poner este edificio espléndido al servicio de las personas y que deje de estar cerrado y sin utilidad. El uso que se haga ha de tener vocación pública y social”, manifestó el president Torra en una matinal visita relámpago al inmueble, que antes de ser dependencias militares fue la sede del primer banco privado de Barcelona –también de España (1844)–, y mucho antes, una fundición. Un anuncio breve, sin apenas más concreciones, salvo que el concurso público se llevará a cabo en el segundo semestre del 2020 y que el adjudicatario tendrá que sufragar todos los costes, que tan sólo teniendo en cuenta la rehabilitación, ya se antojan millonarios... ¿Pero qué usos concretos podrá tener? “Dependerá de las ofertas” que se reciban, zanjó la directora general de Patrimoni Cultural, Elsa Ibar.
Torra aseguró que habrá “toda la interlocución que haga falta” tanto con el Ayuntamiento como con los vecinos. Pero su anuncio disgustó al ejecutivo local y a Amics de la Rambla. Se produjo sin que ninguno de ellos tuviera conocimiento previo. “Si es un edificio que compró la Generalitat hace 17 años, y que constantemente ha estado en debate sobre su uso, nos sorprende que hoy, una hora antes de la rueda de prensa, el president Torra llamara a la alcaldesa Ada Colau y que no haya habido otra comunicación”, subrayó el teniente de alcalde de Cultura, Joan Subirats, que tachó el anuncio de “improvisación”. No obstante, apuntó que el Ayuntamiento quiere colaborar “en el proceso” y explicó que ya ayer mantuvo una conversación con Ibar en este sentido.
“Lo que necesitamos en la Rambla y en la Foneria son equipamientos de proximidad”, señaló por su parte el concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa. “Lo que se ha
El anuncio genera malestar en el gobierno municipal y en ERC, que lo tacha de “irresponsable”
presentado es un concurso público a la mejor oferta. Estas no son las mejores políticas públicas que se pueden llevar a cabo en un entorno frágil como es la Rambla”, añadió el edil, que recordó que el Ayuntamiento ha planteado al Govern en más de una ocasión la posibilidad de comprar el edificio para destinarlo a un uso público.
El anuncio tampoco gustó en Esquerra. El acto les cogió también por sorpresa y lo dicho por Torra está en la antípodas de sus deseos. Los republicanos siempre han defendido que el Ayuntamiento comprara el edificio para convertirlo en un equipamiento de “uso público y social”. “Anunciar un proyecto en la Foneria sin haber hablado antes con las personas y entidades que han trabajado por la transformación de la Rambla me parece una irresponsabilidad. Y como presidente de distrito de Ciutat Vella no estoy nada de acuerdo”, manifestó el portavoz de ERC, Jordi Coronas. “Nuestra prioridad es que sea un edificio público”, incidió la también edil republicana Gemma Sendra.
Sí que se cerraron filas desde el grupo municipal de Jxcat. En el acto de Torra estuvieron el concejal Jordi Martí Galbis y la presidenta del grupo, Elsa Artadi, a través de las redes sociales aseguró que se “encontrará un proyecto que se ajuste al Plan de la Rambla y responda a las necesidad de los vecinos, el barrio y Barcelona”.