Cuenta atrás para Enrique y Meghan
Los Sussex asisten al primero de los tres compromisos oficiales que les quedan
Se inicia la cuenta atrás para que los duques de Sussex abandonen su papel representativo de la casa real británica, que tendrá lugar el 31 de enero. Pero antes, Enrique y Meghan aún tienen tres compromisos por delante. Uno de ellos tuvo lugar ayer por la noche, cuando el nieto de Isabel II y su esposa asistieron, en Mansion House, a los premios anuales Endeavour, que reconocen los logros de los militares que han participado en desafíos deportivos y de aventura notables después resultar heridos o enfermos en acto de servicio.
Los duques llegaron protegidos con un paraguas que sostenía Enrique. Meghan lucía un vestido lápiz de color turquesa de manga corta y el pelo recogido en una coleta. Su marido, traje azul oscuro y corbata celeste.
En el 2018, Meghan asistió por primera vez a estos premios, como prometida del príncipe Enrique y el año pasado acudió ya como duquesa de Sussex, embarazada de su hijo, Archie.
A primera hora de la tarde, se vio a la duquesa saliendo del hotel Goring, ubicado a unos minutos del palacio de Buckingham. Meghan vestía un abrigo de color camel y zapatos negros de tacón de la marca Aquazzura. Se vio a la exactriz de buen humor a pesar de las tumultuosas semanas que ella y el príncipe Enrique han vivido tras tomar la decisión de mudarse a Canadá.
Momentos después, era Enrique el que salía del hotel, también sonriente y acompañado de un conserje que le resguardaba de la lluvia con un paraguas.
Los medios británicos especulan con que la pareja ha viajado sola al Reino Unido, sin Archie, de 9 meses. Tampoco está claro si se alojan en el hotel, ya que cuando anunciaron su retirada de la vida pública dijeron que querían mantener Frogmore Cottage en Windsor como su segundo hogar, y se mostraron dispuestos a devolver los 2,4 millones de libras que su reforma costó a los contribuyentes.
Mientras que es la primera vez que Meghan pisa suelo británico desde que en enero anunciaron el Megxit, el duque ya volvió la semana pasada para comenzar su ronda final de compromisos reales. Además de la aparición ayer por la noche en los premios Endeavour, la pareja asistirá, mañana, sábado, al festival de música Mountbatten, en el Royal Albert Hall. Se trata de un concierto benéfico ofrecido por el cuerpo de Marines Reales.
El tercer acto oficial –y último– que les queda es la ceremonia religiosa por el día de la Commonwealth, el próximo lunes en la abadía de Westminster. Allí la pareja ducal coincidirá con la reina, con Carlos y Camilla y sus cuñados, Guillermo y Catalina, y con el resto de los Windsor, por primera vez desde su mudanza a Canadá.
Guillermo y Catalina se encuentran de viaje oficial en Irlanda, por lo que ayer los duques de Sussex no coincidieron con ellos en los premios Endeavour.
En la recta final de sus compromisos oficiales, el príncipe Enrique ha pedido que le llamen sólo por su nombre de pila, sin utilizar ningún título, y el pasado domingo se reunió cuatro horas con su abuela, Isabel II, en Windsor para aclarar los últimos desencuentros relacionados con la decisión de independizarse de la casa real. Según medios británicos, la reina, de 93 años, le hizo saber que, si él y Meghan cambian de opinión y quieren volver, serán recibidos “con los brazos abiertos”.
El nieto de Isabel II y su mujer acuden en Londres a los premios Endeavour, que reconocen a militares